China reabrió su mercado para el sorgo argentino tras el conflicto comercial suscitado entre ese país y Australia, un habitual proveedor, y las crecientes necesidades de importación a partir de la recuperación de su producción porcina. Así se abre una nueva posibilidad de incrementar y diversificar el ingreso de divisas por exportaciones de base agropecuaria para Argentina. El Ing. Víctor Tobin representa un importante semillero nacional a nivel nacional e internacional y lo consultamos acerca de este tema.
“China hace unos tres o cuatro años estaba importando entre siete y ocho millones de toneladas, donde el grueso de esa importación la hacía desde Estados Unidos y en parte de Australia mientras que nosotros solamente estábamos mandando algo muy chico. Después se generó un bache durante un par de años, en lo personal representando a MAIZAR participé del protocolo firmado en el 2014 y desde ahí estamos trabajando con este negocio del sorgo con China en gran parte con los requerimientos fitosanitarios para mejorar un poco la producción argentina y también ser más accesibles al mercado. En base a eso se hicieron algunas ventas chicas desde Argentina, en conteiner (unas mil toneladas), en el 2018. Se aceptó la calidad de la mercadería y eso generó para el año pasado unas 140 mil toneladas.
Este año surge esta relación entre China y Estados Unidos, que tanto se besan como se pelean, y con Australia han surgido problemas de aranceles principalmente en cebada y sorgo. Entonces aparece una situación para nosotros que, en este momento, se llevan vendidas a China más de 500 mil toneladas. Lo más importante para la previsión del productor es que ya se han vendido cerca de 300 mil toneladas para la campaña que viene, de modo que es interesante porque el productor ya fija su precio en base a los costos”.
Con respecto al cultivo de sorgo en nuestra zona sur y sudeste de la Provincia de Buenos Aires, Tobin señaló que “el sorgo no tiene por qué competir con el maíz ya que ambos pueden convivir perfectamente” y resaltó que “esta zona y sobre todo el sudeste tiene mucho que aprender con respecto a este cultivo. El sudoeste ha tenido más experiencia por ser una zona con menos lluvias pero en cambio en el sudeste se tiene mucho que aprender porque el sorgo puede dar resultados importantísimos ya que hay muchos lugares que tienen tosca, con ciertas limitantes, y por ahí el maíz es más complicado y el sorgo no tanto. Pero ambos no necesitan competir, hay lugar para los dos y sobra espacio todavía”.