En el oeste de la Provincia de Buenos Aires, en la localidad de Arano, Partido de Adolfo Alsina, se encuentra la Escuela Primaria Nº 4. Esta institución, se encuentra actualmente bajo la dirección de Vanesa Repp, quien nos cuenta acerca de los tiempos actuales en la escuela y sobre el entorno en el cual desarrollan diariamente su actividad.
Para situarnos en aquel escenario, Vanesa nos cuenta que “Arano es un paraje que se encuentra aproximadamente a 60 km de Carhué y a unos 15 km de la localidad de Rivera. Cercano a la Estación de Arano, la mayor concentración de población en la zona se encuentra en la Estancia Las Calaveras. El 28 de octubre de 2012 la escuela celebró su centenario. El pueblo recibe el nombre de Arano por un señor que compró el territorio donde se encuentra la estancia actualmente, entonces él vendió una porción de esa tierra al ferrocarril. En un principio esta estación recibió el nombre de Malavia, en 1906, y unos años después el hijo de Ramón Arano presentó un proyecto para que la estación reciba el nombre de su padre y a partir de 1909 este paraje recibió ese nombre”. Actualmente la estación sigue en pie, aún pasan los trenes de carga manteniendo en funcionamiento las vías mientras que el edificio de la estación está en excelente conservación y está habitado por una familia.
En cuanto a la escuela, el pasado 28 de octubre de 2020 cumplió 108 años, siendo una de las instituciones escolares más antiguas del partido: “El edificio de la escuela es relativamente nuevo, ha tenido modificaciones. En el año 2001 se recibió un subsidio y se hizo una ampliación. Esta modificación fue necesaria por la incorporación del SEIM, actualmente JIRIMM, ya que la matrícula era demasiado amplia para el tamaño de la institución en aquel momento. Se hizo un salón para el jardincito, una galería y el depósito”, dice Repp.
Actualmente hay 12 alumnos en el nivel primario, distribuidos de 1º a 6º, y 7 son los alumnos en el JIRIMM. De las familias que envían a sus hijos a estas instituciones, algunos son oriundos de Arano mientras que otros son peones que trabajan en la Estancia. Todos los chicos se trasladan a la escuela con movilidad particular, los que están más lejos deben recorrer unos 10 km para llegar.
En condiciones normales las docentes a cargo se trasladan diariamente hacia la escuela pero en este año particular, bajo el contexto de pandemia, viajan una vez por semana para la entrega de bolsones alimentarios, distribución de tareas, etc. Lo importante en estos casos es, como siempre, valorar el trabajo docente para garantizar la continuidad de los alumnos y mantener el vínculo con las familias, sobre todo en los ambientes rurales donde el trato es más estrecho: “Cuando era chica concurrí a escuelas rurales y me encanta porque el vínculo que se genera con las familias y con los chicos es mucho más cercano y familiar, siempre me gustó la vida en la ruralidad. Desde el año pasado que estoy en este cargo y este año fue realmente un desafío porque las familias están predispuestas pero se dificulta la conectividad porque no es buena, y también en esto influyen los factores climáticos. Por eso para garantizar la continuidad es que hacemos estos viajes semanales y luego lo hacemos a través de la virtualidad”.