En el inicio de la semana entrevistamos a Horacio Salaverry, presidente de CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), quien participó de la Mesa del Trigo realizada en Tres Arroyos, en el marco de la 52º edición de la Fiesta Provincial del Trigo.
En cuanto a las informaciones que surgieron a principio de año con la suba de retenciones al maíz, las cuales podrían replicarse en el trigo, y que generan preocupación para el inicio de la siembra con un posible traslado de hectáreas a cebada, Salaverry indicó: “Hemos planteado el trabajo con la Sociedad Rural de Tres Arroyos en la cual calculamos el impacto económico que tienen las retenciones en Tres Arroyos, en todas los cereales y oleaginosas que se producen en la zona más la venta de carne con las retenciones que tienen, por año en la campaña anterior se fueron casi 75 millones de dólares y realmente es un impacto muy fuerte para una economía local. Lo que tratábamos de hacer entender es que el productor, todo lo que invierte o gasta, lo hace en un 85% en su región o en su localidad. Entonces, ese dinero que se va es dinero que se quita a la reactivación económica local, y 75 millones de dólares para un distrito como Tres Arroyos, generando riqueza interna, sería muy importante. Es necesario que esto quede claro porque parecería que el tema de las retenciones es un tema asumido y no hay que sumir ningún tema de estos, es un lamentable tema tributario que sigue dándose y que sigue quitando competitividad a la exportación argentina”
“Por otra parte, esta idea de modificar retenciones para modificar los precios cuando en realidad ha quedado demostrado que la modificación que las retenciones pueden hacer en un productor no tiene nada que ver con el precio en góndola. El índice IPOD (Índice de Precios en Origen y Destino) habla de que los precios agropecuarios no aplican más de un 14 a un 22% del precio final, entonces corregir esa parte solamente del precio no tiene incidencia en el precio final. Por citar un caso, el trigo puede hoy gravitar en 22 o 24 pesos sobre un precio de entre 140 o 150 pesos en el kilo de pan. Se puede reducir un veinte por ciento la incidencia del trigo pan y le daría cuatro pesos menos, desde el punto de vista matemático no tiene incidencia. La idea que planteamos es que, si hay que modificar el precio final o amortiguarlo, hay que hacerlo a lo largo de toda la cadena, y uno ve que en esta cadena la composición impositiva supera el 30%. A veces hay un mensaje parcial o simplista al decir que vamos a desacoplarnos de los precios internacionales para beneficiar cuando esto no está comprobado ni matemática ni económicamente. Para mejorar hay que hacer un trabajo sobre la parte impositiva porque la presión tributaria en Argentina es muy elevada y se traduce a través de los precios. Este encuentro fue interesante porque el Ministro de Agricultura de la Nación y de Desarrollo Agrario de la Provincia tomaron en cuenta eso y aceptaron que para ver el tema de los precios finales lo que hay que ver es la composición total de la cadena”, expresó.
En cuanto a los aspectos dialogados con respecto a la cosecha, ésta se espera con cierto optimismo. Salaverry explicó que fue interesante lo que se habló en el encuentro porque “el ministro alentó a los productores a invertir y a sembrar, y se habló de algunas líneas de crédito del Banco Provincia. Por otro lado, las condiciones climáticas no parecerían ser adversas”.
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