En el partido de Monte, a 18 kilómetros de San Miguel del Monte por la Ruta Nacional Nº 3 en dirección hacia Capital, se encuentra la localidad de Abbott. Los datos del censo 2010, que arrojan unos 600 habitantes, han quedado muy atrás frente a los más de dos mil quinientos pobladores que la componen en la actualidad.
Fundado el 1º de mayo de 1892 en el kilómetro 25,500 del ramal Cañuelas- Las Flores del ex Ferrocarril del Sud, debe su nombre al ingeniero Samuel Abbott, quien se desempeñó durante muchos años como gerente del Ferrocarril del Sud.
Los antecedentes de esta población se remontan al año 1700 cuando debido a lo peligroso del lugar y lo agreste de su paisaje, los vecinos debieron agruparse en una especie de milicia para defenderse de los malones indios. En aquella época el Cabildo resolvió crear la Guardia Del Juncal y posteriormente, en 1774, creó la Guardia Del Monte.

Campos fértiles que propician el desarrollo del sector agropecuario, principal actividad económica de la localidad, y una bella laguna que constituye un paraíso natural de la Cuenca del Salado se combinan con una riquísima historia nacional que tuvo su escenario en este territorio.
Gloria Leiva, guía turística del Partido, dialogó con nosotros a fines del 2019, año en que San Miguel del Monte celebró sus 240 años. En esta entrevista hizo referencia a este acontecimiento histórico para situarnos en tiempo y espacio, y para luego adentrarnos en el pueblo de Abbott:
“El camino carretero, que así le llamaban y que era el que venía de Capital hacia orillas del río Salado, es donde surgió la localidad de Abbott. Eran campos que pertenecían al Sr. Santiago Craig. La familia Galván es la primera que ocupa esas tierras ya que, según cuenta la historia, Juan Galván compra un pedazo de tierra en el centro del pequeño poblado de Abbott y que al ser muy amigo de Juan Manuel de Rosas consigue rápidamente tener el título de propiedad. Ahí se construye la primera posta sobre el camino carretero y así surge también esta localidad. Muchos personajes de la época pasaron por esta histórica posta, como por ejemplo Juan Moreira, del cual se cuenta que era muy pendenciero”, relata Leiva.

En cuanto al surgimiento oficial, la guía cuenta que “se le asigna como fecha de fundación de Abbott el día que empiezan a construir la estación del ferrocarril (hace 128 años). Hasta ese momento el lugar seguía llamándose Craig pero se decide cambiarle el nombre por el del jefe de la estación”.
Actualmente este pintoresco lugar bonaerense cuenta entre unos 2500 y 3000 habitantes, los cuales transitan una vida tranquila, apacible y de mucha intimidad pueblerina aunque poco a poco se van abriendo a los visitantes y a “buscarle la vuelta” para activar la economía. Como nos cuenta Gloria, “quien decida visitar Abbott debe saber que es un pequeño poblado pero que no obstante ha crecido mucho debido a la cantidad de campos y estancias que hay en la zona, muchos de estos pequeños campos no se han podido sustentar y se han parcelado para convertirse en barrios privados, dándole más actividad a esta localidad, como las denominadas Chacras de Abbott”.
Abbott cuenta con todos los servicios indispensables para el desarrollo y el confort tales como agua, electricidad, cloacas, gas, servicio de internet, etc. Pero además, la educación tiene asegurado sus tres niveles.
En materia turística, resulta interesante visitar su pintoresca capilla de Santa Margarita de Cortona, inaugurada en 1924, conocer el Museo del Ferrocarril que funciona en el propio predio de la estación o deleitarse en los almacenes de ramos generales que ofrecen picadas con fiambres y quesos de la zona, como la tradicional Pulpería de Abbott. Encontrar los rastros históricos en la posta del camino o en el jagüel que está a unos kilómetros, en el medio del campo y donde dicen que las tropas de Lavalle hicieron abrevar a sus caballos, camino a la Guardia del Monte, puede resultar una aventura maravillosa.

Pero para aquellos que buscan otras experiencias se desarrolla también el festival anual del Abbott Rock, que convoca a bandas locales y de otros lugares para llevar música, visitantes y atractivo al pueblo. Además, el deporte tiene su desarrollo con el Abbott Tennis Club, de construcción inglesa, y con la actividad del polo.
Pequeños lugares con grandes historias. Grandes historias en pequeños lugares. Así transcurre la vida en nuestro interior bonaerense.