El Ing. Fernando Storni, presidente de la Cámara Argentina de Feedlots, nos describe el panorama en la hacienda a corral, luego de la implementación del dólar maíz. El Ingeniero señala que «el impacto sobre el maíz, principal insumo para la alimentación, sufrió un incremento de entre el 20 y el 25%», mientras se espera una recomposición en precios que acompañe estos vaivenes.
“En las últimas semanas se había empezado a notar algún crecimiento en el valor de la invernada y algún grado de movimiento en la hacienda gorda. De todas maneras, en ese momento nos encontramos con la noticia del dólar agro maíz, un producto fundamental para nosotros como engordadores a corral y para todas las proteínas animales, no sólo cárnicas, sino también a huevos y leches. No sólo afectó el costo del maíz, que le agregó 12 mil pesos a la tonelada de un día para otro, sino que movilizó a los demás insumos, hasta en productos derivados del trigo como el afrechillo, o en otros granos que vieron incrementado su valor entre un 20 y un 25% cada uno, lo que nos aumentó un 15% el costo productivo.
A eso, hay que sumarles el impuesto a las importaciones. Es otro impacto más que se suma a estas medidas que generan distorsiones en los mercados”, indicó.
Con respecto a la llegada de animales a los corrales dijo: “Se actualizó el valor del ternero, a su vez tenemos este corrimiento de precios, lo habíamos empezado a notar con el dólar maíz en alguna categoría de novillo, que es la que más falta y va a faltar por esta situación de corte por la sequía y en la recría por la falta de forrajes. Entonces, tenemos una ocupación que estuvo muy alta hasta ahora, una salida importante en julio, el 23% de la hacienda que estaba en stock salió con un índice de reposición de 0,7%, más bajo, con lo cual empezamos a ver una salida de la hacienda de los corrales más liviana, e incluso más liviana que otros años, producto de haber ingresado animales más livianos”.
Con respecto a los efectos de la sequía y el impacto productivo que generó: “Más allá de que esperamos algún movimiento interesante aún en el precio del gordo, más allá del atraso que tuvo el año pasado, vemos con algún grado de preocupación desde el punto de vista de los insumos por la pobre cosecha de maíz, en algunas zonas muy malas, ya con problemas para conseguir. Y, por otro lado, la invernada, nuestro principal costo, con una situación de menos terneros producto de menores preñeces en este año. Eso hará que tengamos menos oferta y, si todo se encamina, una mayor perspectiva de retención por parte del productor que acompañe la primavera”.
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