Genoveva Barsanti preside APAER (Asociación Civil Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales), institución que desde hace 37 años trabaja a nivel nacional para colaborar con la tarea educativa.
En cuanto a los orígenes de APAER, su presidente expresó que “Esta asociación surgió a partir de una carta de lectores publicada en un diario en la que un docente chaqueño pedía ayuda para su escuela. Allí comenzaron a asistirla y se fue divulgando la tarea, se fue diversificando y al año siguiente se constituyó esta Asociación Civil. Desde entonces, ininterrumpidamente estamos trabajando en casi todo el país, pero por sobre todo en NEA (Noreste) y NOA (Noroeste). APAER nació con el padrinazgo, es decir con un grupo de personas, familias o empresas que apadrinan una escuela y tratan de crear un vínculo con los educandos, directivos y comunidad”.
En relación a los padrinazgos, Barsanti manifestó: “La idea es que viajen para afianzar los vínculos, ayudarlos y que los chicos permanezcan en el sistema escolar y en sus zonas, para evitar el desarraigo. Afortunadamente se han ido formando escuelas secundarias, a veces a contraturno de la primaria, y ahí se ve cómo esos chicos tienen la posibilidad de cumplir con la enseñanza obligatoria. Pero eso no está al alcance de todos ni en todos los lugares”.

La situación actual atravesada por el COVID-19 promovió la necesidad de trabajar también en emergencia alimentaria: “Lo tuvimos que hacer a raíz de la pandemia porque muchos papás suelen viajar para trabajar en las cosechas temporarias en las provincias y ahora está todo cortado entonces la única fuente de ingreso se vio afectada. Surgió entonces la urgencia de crear este fondo alimentario y sanitario porque también hay que tratar de proveerles los elementos básicos de higiene. Pensemos que la mayoría de las escuelas no tienen agua potable, luz sí hay pero las condiciones de higiene son ínfimas por lo que hay que proveer de alcohol en gel, lavandina, etc. Afortunadamente llegamos a 47 escuelas con sus comunidades y la campaña aún sigue activa”.
En cuanto a cómo se hace la distribución de alimentos una vez que llegan a las escuelas, Genoveva cuenta que a veces los directivos arman los bolsines que distribuyen a las familias pero en ocasiones también se cocina en la institución escolar en grandes ollas y la gente lleva sus recipientes, en donde ponen la comida. No obstante señala que en ocasiones esto se dificulta por las distancias ya que hay chicos que caminan hasta ocho kilómetros para llegar a la escuela y el desgaste sería mayor que lo que puedan recibir de alimentos.
Otro de los programas que implementa APAER es el de becas, actualmente con más de 500 alumnos becados en los tres niveles educativos. Esto constituye un incentivo para la continuidad educativa de estos chicos.
“Además existe el programa de Proyectos, ya sean edilicios o productivos: huertas, invernaderos, cría de pollos, panaderías, etc., de modo que no sólo tienen la provisión para el comedor escolar sino que pueden abastecer a otras escuelas de la zona, constituyendo un pequeño ingreso y haciendo que los chicos puedan aprender un oficio ya que la inserción laboral es la parte más crítica. Hay chicos que han terminado su terciario y no pueden conseguir un trabajo de lo que han estudiado”, puntualiza Barsanti, haciendo hincapié en la importancia de las escuelas técnicas y en cómo su ausencia dificulta el aprendizaje de oficios y la posterior inserción en el mundo del trabajo.

PARA SUMARSE A ESTE PROYECTO SOLIDARIO PUEDEN HACERLO A TRAVÉS DE LA PÁGINA WWW.APAER.ORG.AR, DONDE ENCONTRARÁN LAS DISTINTAS FORMAS DE DONAR, CON FORMULARIOS SEGUROS, YA SEA A TRAVÉS DE TRANSFERENCIAS BANCARIAS O POR LAS DISTINTAS TARJETAS.
TAMBIÉN SE PUEDEN CONTACTAR A TRAVÉS DE info@apaer.org.ar o al contacto 11 -65654072