Los incendios en las islas del Delta parecen una historia interminable. Cansan el fuego y el humo irrespirable, pero también cansan las pérdidas, la falta de respuestas y las acusaciones infundadas. Distintas entidades se han manifestado en solidaridad con la situación que atraviesa la comunidad islera, para informar y concientizar a la población, con el hashtag #Basta de Quemas. Sobre este tema conversamos con Leonardo Scarparo, presidente de Comunidad Islera Asociación Civil (C.I.A.C).
Con respecto a quienes acusan a los productores de los incendios, Scarparo manifestó: “Eso es erróneo. Hay muchos relatos. Hablan de fuegos ancestrales que existieron, pero justamente son prácticas que se murieron con nuestros ancestros porque ya no se usa más”. En otras oportunidades, el presidente de C. I. A. C manifestó que considera que los incendios son intencionales pero que, claramente, no son iniciados por los productores que sufren cuantiosas pérdidas materiales, pero que además se ven directamente afectados al vivir en las islas.
Scarparo explicó, sobre el reclamo, que se hace «En función de todos estos eventos que pasaron, acusaciones y persecuciones. Hubo cinco juicios hacia productores, dueños de islas. A un tipo que se le prendió fuego el campo, encima le hacen juicio, todo eso avalado por la Universidad Nacional de Rosario. Es una cosa insólita». Asimismo, recordó que en otras oportunidades ya han sufrido incendios en las islas, como ocurrió en el año 2008, en coincidencia por el conflicto de la 125.
Sobre la Ley de Humedales que se pretende tratar y aprobar, Scarparo indicó que “No es contra cualquier Ley de Humedales, sino que hay una específica que se quiere imponer y que es la del diputado Grosso y que atenta contra la producción, la propiedad privada y el federalismo.
Hay un término que es “hidromorfismo”, la forma adquirida por la acción del agua y que extendería el concepto de humedal a muchas cañadas. Por ejemplo, la Cuenca del Salado, sería un humedal. Así que, imagínese que esta Ley se empezara a aplicar en la fuente de terrenos que tenemos en el País… es una barbaridad. Va a limitar la producción, la va a trabar y con un presupuesto mínimo, que nos parece exagerado, hablando de 500 millones de dólares anuales para mantener toda esa estructura”.
Por último, defendió la actividad ganadera que se hace y que representan la fuente laboral para los isleros y para muchos productores que invierten y exportan, con el consiguiente beneficio para al País. Aseguró que se viene haciendo ganadería desde hace 200 años y que, en todo ese tiempo, no hubo problemas en el ambiente. Sobre el panorama actual, destacó: «En la zona de las islas estamos produciendo casi orgánicamente, yo hago ganado pesado para Cuota Hilton, para la Unión Europea, así imaginen la calidad de la hacienda que se puede producir en la isla, que va todo a exportación y que es entrada de dinero para nuestro país… Creo que, más bien, en vez de limitar, lo que hay que hacer es incentivar que la ganadería se desarrolle en equilibrio con el medioambiente, pero apuntando a un cuidado ecológico, a un desarrollo económico y social”.
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