Para hablar acerca de las campañas de vacunación, sus alcances, condiciones y distintos beneficios de la sanidad animal, dialogamos con el Dr. Rubén Piedrabuena, integrante del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires.
En una de las primeras apreciaciones con respecto a la vacunación contra brucelosis, este profesional contó que “En este momento está en plena aplicación la resolución 67/2019 y a partir del mes de febrero salió la modificatoria con el número 77/2021, que es el Programa de Control y Erradicación de la Brucelosis, que, por supuesto, comienza con la perfecta vacunación de la ternera, y digo perfecta porque es la única vacuna que va a recibir en su vida ese animal. Hay que tener mucho cuidado y ser profesional, porque es una única vacuna, hay que mantener la cadena de frío, hacer bien la aplicación con los animales descansados y en buen estado, para lograr una buena cobertura e inmunidad”.
En cuanto a la mencionada resolución, Piedrabuena explicó que “exige a los productores que tienen rodeo de cría hacer la determinación obligatoria de status sanitario (DOES), con la aplicación obligatoria a la totalidad de las hembras en reproducción a partir de los 18 meses de edad y a los toros. Esto vencía, en primera instancia y para toda la producción, en el mes de abril, pero dado que son pocos los establecimientos o los productores esta DOES se ha hecho una pequeña modificación buscando los campos positivos a la enfermedad. Entonces se ha implementado una DOES muestreo, que toma un porcentaje de las vacas y la totalidad d ellos toros, dejando de lado de esta modificación a los tambos y a los establecimientos, que tienen un vencimiento de esta DOES total el 31 de julio de este año. En cuanto a esta DOES muestreo tiene un vencimiento según la cantidad de animales, de vacas que tenga ese productor registrado en SENASA: para los que tienen más de 300 de vacas se vence el 31 de julio mientras que, a los que tienen menos de 300, se les da hasta el 30 de noviembre, se le da un poco más de tiempo a los pequeños productores”.
El médico veterinario recordó que la brucelosis es una enfermedad zoonótica, que el animal la transmite al ser humano: “es muy importante este punto de vista, no ver solamente desde lo comercial con los mercados exteriores, sino como una cuestión de salud y sanidad pública”.
“Nosotros promulgamos que los productores hagan el DOES total, es importante declararse libres y cuanto más rápido controlemos esta enfermedad será mejor tanto para quienes trabajamos en el sector agropecuario como para el resto de la población, que tendrá una enfermedad zoonótica controlado”, expresó Piedrabuena.
Con respecto a los controles y la trazabilidad de aquellos animales a los que se les hace el sangrado, este especialista indicó: “Mantiene la caravana oficial de Senasa, cuando el veterinario va a sangrar tiene que tomar todos los datos, tanto del CUIT como del número de caravana, eso se vuelca en una planilla que se manda al laboratorio y éste lo carga directamente al sistema de Senasa. Ese campo, si no tiene un animal positivo, después se corrobora eso mandando nuevamente el profesional a Senasa las planillas correspondientes y ese campo figura como “libre” y cuando uno saca el DTE (Documento de Transporte Electrónico) figura como “Libre de brucelosis. Apto mercado China”. Si hay animales positivos, el productor debe presentarse junto con el veterinario en la oficina local de Senasa con esa documentación y hacer un programa de saneamiento, si son pocos animales (un 1%) se venden directamente a faena, no tienen otra salida, y queda registrado que esos animales salieron del campo. Se hace otro sangrado total del rodeo a los sesenta días y si ya no aparece otro caso, se declara libre”.
Piedrabuena aclaró que si bien existe la posibilidad de utilizar la caravana electrónica no hay obligatoriedad en su uso, sigue vigente el uso de la caravana tradicional de Senasa, alfanumérica y con el CUIT: “La caravana electrónica es más cara, pero es más segura, no admite error de lectura”.
En cuanto al panorama sanitario en general, el médico opinó: “El hecho de haber vacunado ha bajado muchísimo la incidencia. Los últimos datos de Senasa señalan que a nivel rodeo hay entre 0,65 y 0,70 % de animales reaccionantes positivos, y a nivel de establecimiento hay un 12%. Es verdad que aún es muy poco, en relación a lo que se esperaba en estos dos años, el número de sangrados en establecimientos y por eso hubo que hacer estas modificaciones, estamos hablando a nivel país de un 10 % y a un nivel provincial, de un 13%”.
Para concluir y en referencia al panorama sobre carbunclo, Piedrabuena indicó que “en las últimas reuniones de Coprosa (Comisión Provincial de Sanidad Animal), donde interviene el Ministerio de Desarrollo Agropecuario y distintas entidades, se acordó que se puede aplicar la vacuna de carbunclo con la primera de aftosa, de modo que el productor tiene nueve meses (de marzo a diciembre) para vacunar contra carbunclo. Esta es también una enfermedad zoonótica muy importante, se ha bajado mucho la incidencia en la provincia de Buenos Aires, lamentablemente creíamos que ya la teníamos erradicada y los médicos por ahí no la tienen en cuenta como una zoonosis y hacen un tratamiento erróneo, la casuística es baja pero cuando la persona no es tratada como corresponde, la enfermedad es mortal. La vacuna contra el carbunclo es una de las que tienen mayor capacidad de producir anticuerpos así que tiene muy buen efecto, no tiene limitantes en cuanto al estado fisiológico de la hembra, puede esta preñada o con cría. Según datos del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, el año pasado se logró vacunar aproximadamente a un 93 % de la hacienda en general”.