El pasado 8 de abril celebró su cumpleaños “El chacarero cantor”, Carlos Ramón Fernández, exponente de la música folklórica, con su corazón puesto siempre en lo nuestro, convirtiéndose la voz del interior. Desde su casa en Saladillo dialogó con Región Atlántica, en donde se refirió acerca de su vida, su trayectoria y los tiempos actuales en la música.
Con respecto a este tiempo de pandemia, Fernández contó: “Mi última presentación fue el 7 de marzo y una semana después se cerró todo. Después tuve más de veinte presentaciones hasta que se vino la segunda parte, cuando se dio una tregua, trabajé un poco, aunque a mitad de precio porque lógicamente no se permitía mucha gente y ahora no se permite nada. La gente de campo es muy respetuosa de los cuidados y de quedarse en su mesa como se le indica”.
Fernández se declara un “agradecido con los medios de comunicación” porque gracias a ellos, dice, “se dio a conocer”. Por otra parte, reconoce que es difícil establecer una presentación por streaming ya que el público está habituado a otros canales de comunicación, pese a que dentro de sus seguidores se contabiliza un gran porcentaje de seguidores: “Lo de los chicos es fabuloso, adonde vamos todo el cariño que nos brindan o el parar en una estación de servicio y que dejen de tomar un café para venir a decirte que son tus seguidores… A veces mis amigos me preguntan qué siento, y siento que no soy yo, que están saludando a otro, porque yo no cambié nada, sólo cambié las horas de sueño, pero después seguí igual”.
El cantante compartió en nuestro programa los adelantos de su nuevo material, entre los que se encuentran las canciones “La argentinidad” y “El último poncho”: “Esta canción fue en homenaje al hombre que me lo regaló, porque tanto él como yo habíamos sufrido la pérdida de un hijo. Cuando fui a la Casa del Folklore, a Mar del Plata, me rompieron el vidrio de la combi y me robaron todo. La culpa no es del público de Mar del Plata, que ha sido siempre fabuloso conmigo y no veo la hora de volver y presentarme en algún teatro”.
Fernández concluyó la nota con un entrañable mensaje a su público: “que sepan que nunca me olvido de ellos”.