Luego de que el Ministerio de Agricultura de la Nación, a través de una comunicación dictada la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, suspendiera el registro de exportación de la harina y el aceite de soja, las voces del sector agropecuario se pronunciaron mediante distintos comunicados. En diálogo con Región Atlántica, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, expresó su preocupación:
«Nuestra capacidad de sorpresa ya está superada porque este Gobierno nos tiene acostumbrados a anunciar algo que después, lamentablemente, es diferente. Creemos que esto atenta contra la confianza y trae el descreimiento del productor.
Tienen fundamentos difíciles de sostener, como que nos digan que se realiza un incremento en las retenciones al nivel industrial, asegurando que la industria no lo va a trasladar al precio del productor. Eso es algo que, en la Argentina, históricamente ha ocurrido, y es imposible que no suceda de esta manera. Lamentablemente, el eslabón del productor, que no tiene a quién transferir estos ajustes, termina pagando las consecuencias de las malas decisiones que el Gobierno lleva adelante”, expresó.
Consultado acerca de las especulaciones o motivaciones que favorecen a ciertos sectores, como sucede con el precio interno del trigo, Chemes indicó: «Sin dudas, estas son maniobras especulativas de diferentes eslabones que ya compraron todo el trigo. El trigo ya no está en manos del productor, entonces es imposible pensar que esta es una maniobra especulativa de parte de los productores… Evidentemente cada uno se cubre, porque en un país donde tenemos esta inestabilidad económica y no sabemos qué medidas vamos a tener mañana, más un gobierno que anuncia una cosa y hace otra, todos los eslabones tratan de cubrirse, y en esta “cobertura” un eslabón perjudica a otro. Y el que no tiene a quién trasladar es quien más se perjudica, en este caso, el productor».
«Creemos que, la desesperación por la recaudación que tiene este gobierno, lamentablemente lo hace buscar alternativas que no tengan que pasar por el Congreso, porque hoy, cualquier incremento en las retenciones que tenga que pasar por el Congreso, es muy difícil que pase»– dijo acerca de los recientes anuncios- «Buscan alternativas como el fideicomiso, que en definitiva es una transferencia de recursos del sector productivo al industrial para generar un fondo de compensación, y medidas que, a través de una resolución, puede llevar adelante el propio gobierno. Creo que van a ir buscar esta alternativa recaudatoria sin pensar el daño que se le está causando y que evidentemente están tomando el camino contrario, ya que obviamente que es necesario que el país esté bien abastecido y tenga mayor saldo exportable, pero eso significa una mayor producción, y se logra con medidas claras e incentivos».
Por otra parte, con respecto a las consecuencias que podría tener el acuerdo con el FMI para el sector productivo, opinó: «Nuestra preocupación es que el Fondo necesita y quiere cobrar la deuda, como cualquier entidad financiera, y para pagar, el Estado, en lugar de pensar en achicar el gasto o reordenarlo de alguna manera para hacerlo más eficiente, piensa en una mayor recaudación. Y la mayor recaudación termina recayendo en el productor, que somos los que generamos los dólares genuinos, no hay un pasamanos de esto. El riesgo es que ante este acuerdo (que de alguna manera es necesario sí o sí porque Argentina no se puede quedar afuera del mundo), con el fin recaudatorio se termine echando mano como siempre al sector agropecuario».
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COMUNICADO DE CRA: «UNA VEZ MÁS, EL CAMINO EQUIVOCADO»
La aprobación en la madrugada del viernes pasado, por la Cámara de Diputados de la refinanciación de la deuda contraída con el FMI (Fondo Monetario Internacional), resulta una noticia positiva porque da comienzo a un camino destinado a evitar la cesación de pagos de la Argentina y sus consecuencias.
También, debiera llevarnos a la reflexión sobre los motivos por los cuales somos eternos deudores en el ámbito internacional, como sociedad no hemos podido asumir, que lo que se debe, tarde o temprano se paga y que es, no solo necesario sino también urgente, entender que debemos vivir con nuestros propios ingresos y que los déficits fiscales son imposibles de sostener en el tiempo.
También será necesario entender, que la capacidad contributiva, de los que pagan impuestos, está agotada.
Al mismo tiempo el Gobierno anuncia el cierre de exportaciones de aceite y harina de soja y una suba del porcentual de derechos de exportación (retenciones).
Más allá de sostener que las retenciones (derechos de exportación) no encuentran, hoy, marco legal donde sustentarse, la sola idea de aumentarlas, muestra, una vez más, la inclaudicable decisión de castigar al sector productivo y desaprovechar los precios internacionales para exportar e ingresar las divisas necesarias para sostener nuestra economía, que los propios integrantes del Gobierno, definen como bimonetaria.
El gobierno ya ha intentado con la creación de fideicomisos, para trigo y maíz, controlar un proceso inflacionario, que se muestra irreductible y que obedece a la macroeconomía existente, mucho más allá de la suba de precios de los granos en el mundo.
No es que nació la inflación desde la cobarde y criminal invasión de Rusia a Ucrania, el fenómeno inflacionario se sucede desde muy larga data y obedece siempre a la pretensión de gastar más de lo que los ingresos permiten.
Una muestra de la inconmovible decisión del Gobierno en no disminuir el gasto, no dar señales de ello y burlarse de quienes pagan impuestos, se ve patentizado en la reciente creación, con rango de subsecretaría Unidad Ejecutora Especial Temporaria «Resiliencia Argentina» publicada en el Boletín Oficial mediante la Resolución 122/2022, el pasado 10 de marzo.
En la situación económica en que se encuentra el Estado Argentino, en la presión fiscal que vienen soportando sus contribuyentes, cuando la señal debe ser la permanente búsqueda de reducir el déficit fiscal por la baja del gasto innecesario y/o no prioritario, ofende la creación de inventos que solo engrosan el erario público. Se dirá que es un gasto pequeño, no importa, lo que debe quedar en el pensamiento del Gobierno, es que debe mostrar un camino de baja de impuestos y reasignación de gastos, de lo contrario seguiremos en la decadencia en que nos encontramos. Más retenciones y más subsecretarias inventadas, postales de un Gobierno que juega con el sentido común y la paciencia de los productores.
Columna de Opinión de Juan Goya, vicepresidente 2° de CRA.