El Jardín de Infantes de Matrícula Mínima Nº 10 del Partido de Coronel Suárez está ubicado a unos 75 Km de la cabecera del Distrito. Su Directora y Docente a cargo, Mariana Schoroh, narra que “para llegar desde Suárez hasta el Jardín se debe tomar la Ruta 85, unos veinte kilómetros de ruta y luego se hacen otros 50 kilómetros de caminos rurales. Vamos en distintos vehículos, compartiendo el viaje con la docente del Nivel Primario y con la auxiliar. Asisten tres alumnos al JIRIM, dos en sala de 3 años y una en sala de 5. Se trabaja en conjunto con la EP Nº 42 “Francisco Perito Moreno” y mi compañera, Florencia Costa, tiene diez alumnos”.
Las mencionadas instituciones se encuentran en el Cuartel XII, dentro de la Estancia Serranías de Lolén, y muestra una postal inigualable al estar enmarcado por el cordón serrano que ofrece cada día una espacio diferente, enriquecido por la flora y la fauna del lugar: “La escuela tiene 55 años, aproximadamente en cinco años la construyó el dueño de la estancia y luego pasó al Estado. Por su parte, el JIRIM tiene 21 años. El mismo estaba ubicado en Piñeyro y como este pequeño pueblo se fue quedando sin matrícula fue trasladado a la estancia porque allí había niños que necesitaban del Nivel Inicial”, dice la docente.
“La estancia de alguna manera ´provee´ de alumnos y ellos también necesitan tener una escuela. Es una estancia que ayuda mucho a que se puedan conseguir familias con niños para que la escuela siga funcionando. En otros lugares están cerrando jardines porque no hay gente, ni siquiera los dueños viven en esos campos, van una vez a la semana o ya no necesitan empleados, y es muy triste enterarse cuando cierra una escuela rural”, expresa.
Las instituciones cuentan con luz eléctrica que les provee la estancia, red de agua que proviene de un pozo y gas mediante “una chanchita” que proporciona el Consejo Escolar. En cuanto a los caminos de acceso, los mismos han sido recientemente mejorados aunque el principal problema lo genera un vado que está afuera de la estancia y que, cuando llega, provoca un anegamiento que impide el ingreso a la misma. La meta es que pronto este problema vial sea solucionado.

Schoroh dice, en referencia a sus alumnos y a su labor docente, que “es importante llegar a la escuela, no queremos faltar porque ellos (los alumnos) nos esperan. Cuando llegan las vacaciones no quieren tenerlas, quieren estar en contacto con sus compañeros porque es el lugar donde se encuentran, juegan, comparten, se educan. Lo que estamos pasando ahora (pandemia) es muy difícil, observándonos de forma virtual por una cámara o por video, pero es la forma en la que podemos comunicarnos”.
La vida en estas instituciones recrea diariamente la fraternidad y el compromiso, se conforma entre las familias, la escuela y el jardín de infantes un núcleo inquebrantable y se fortalecen los lazos: “las fiestas de fin de año son increíbles, la estancia nos provee de la carne y de la ayuda que necesitemos. El espacio de la escuela es grande, tenemos parrillas y una canchita de fútbol en la que se han colocado luces de arco a arco, y debajo ponemos las mesas en donde compartimos entre todos. Ese momento no es solo para finalizar el ciclo lectivo escolar sino para celebrar el final del año del trabajo de los empleados, de las familias”.