En el marco de la Fiesta Nacional de la Guitarra vivimos una charla imperdible con Carlos Ramón Fernández, el chacarero cantor. Sus inicios, la relación con el público, los escenarios que lo han recibido y sus compañeros de huella, las anécdotas y el presente fueron algunos de los temas abordados:
Nacido en Dolores un 8 de abril de 1956, a los pocos días su madre regresó con él a vivir a Las Flores. Pasó gran parte de su vida en la localidad de El Trigo y, ya de grande, sus pasos lo llevaron a Saladillo.
Sobre sus inicios, Fernández dice: “El que me reconoció como cantor fue Saladillo, yo me fui a vivir ahí a los 29 años, pero cantaba desde los 16. En esos tiempos era más difícil llegar a la grabación, yo iba y cantaba gratis, canté 20 años gratis… No pensé nunca en vivir del canto”. Tiempo después grabó, cuenta que llevó 400 casetes a una jineteada a Las Flores y que los vendió todos, pero que no obstante fue aconsejado a no guiarse por eso y seguir trabajando duro porque, como le dijeron, en este mundo del canto las cosas del éxito «van y vienen».
Con respecto a su apodo cuenta: “Tendría que haber sido el puestero o el mensual cantor, pero bueno, fue así. Cuando llegué a Saladillo, mi primera esposa había heredado noventa hectáreas y nos tocó lucharla en la chacra, con cinco o seis ovejas y cuatro o cinco animales más, y trabajando afuera cortando maíz. El primer casete que grabé llevó el nombre de “Chacarero y cantor” y la gente sacó el apodo que quedó para siempre”.
Hombre de campo y hombre cantor. El «chacarero» siguió trabajando en los quehaceres del campo hasta que un accidente con un caballo lo hizo dejar. Hoy, alejado de ese, uno de sus lugares en el mundo, reconoce: «Extraño mucho el campo».
En cuanto a la relación con su público explica que, sobre el escenario, ya se ha vuelto natural que la gente lo siga y que casi todos lo filmen con el celular mientras que actúa. No obstante, señala que al llegar a su casa se queda pensando en lo que vivió como artista: “Es un mimo al alma, tremendo. No sé qué pude haber hecho para merecer tanto”.
Con décadas de éxito en su haber, el cantor popular volvió a presentarse en su ciudad natal trayendo sus canciones más reconocidas al escenario mayor de Dolores.
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