El pasado 23 de febrero se celebró en Argentina el Día del Tambero y también se cumplieron 101 años de la fundación de la Unión General de Tamberos. En ese contexto dialogamos con Raúl Catta, presidente de la Asociación de Productores Lecheros.
Entre sus primeras apreciaciones, Catta mencionó que la situación del sector es preocupante ya que “Entre febrero y septiembre sólo hubo un aumento del 7%, son aumentos engañadores desde una base muy baja y con un congelamiento desde el año pasado. Lo peor se da desde el anuncio de alguna empresa que dijo que va a congelar los precios. La empresa en cuestión aduce que en la intervención del Gobierno y la fijación de precios con la no autorización de la actualización de listas de precios lleva a que la industria, en vez de mejorar su economía interna, le congele el precio al productor. Esto no sólo marca la decisión de la empresa sino de la mala política nacional, hay una ignorancia total sobre las decisiones que se toman hacia las industrias, y que las industrias bajan a la producción congelándole el precio”.
Con respecto a la situación de la exportación de lácteos, Catta explicó: “El Gobierno es capaz de frenar la exportación. Le pedimos, por nota, varias veces en el año que quitara las retenciones a la exportación de lácteos, que aplicara el reintegro, y lo que recibimos a fin de año fue un aumento en las retenciones. Se está totalmente a contramano. La exportación de lácteos de Argentina sería muy importante porque normalmente exporta el 15% y si aumenta la producción tiene que exportarla, pero el mecanismo que ha aplicado el gobierno de su análisis macroeconómico es totalmente errado”.
En cuanto a declarar a la leche como economía regional, el presidente APL señaló que “se está hablando de eso, que habría alguna ventaja manejándolo como economía regional pero que duda de esto ya que la lechería es la tercera economía más importante del sector agropecuario”. Asimismo, remarcó que “el problema de la lechería argentina no es sólo culpa de los gobiernos, sino también de la producción primaria, la comercialización y la industrialización que están estancadas desde hace más de veinte años”.
“Las perspectivas para este año están estancadas. Si el Gobierno persiste en esta posición de intervención en las empresas y planteos comerciales arrevesados, y si las empresas deciden no pagarle más al productor porque evidentemente están intervenidas, la situación es realmente complicada”, opinó.
Cabe destacar que esta actividad se ve afectada permanentemente por la suba de insumos esenciales para su desarrollo, tales como el combustible para el transporte y la logística y el costo de los cereales que se utilizan en la alimentación de los animales.
En cuanto al trabajo en los tambos, Catta hizo hincapié en la necesidad de mejorar las condiciones de vida en los sectores rurales: “es una actividad que establece a la gente en el campo, pero esta gente necesita poder moverse, tener conectividad, caminos adecuados y la enseñanza que corresponde para sus hijos”, concluyó.