El sol nace una y otra vez en el campo, en el límite entre Olavarría y Daireaux. Allí donde reina la tranquilidad, la estampa de una estación de trenes por donde el tren ya no pasa pareciera ocuparlo todo. Un almacén de ramos generales que fue centro de reunión de los escasos pobladores de la zona se convirtió desde hace un año en silencio y el club, que supo tener una comisión y actividades, también está cerrado.
Sin embargo, en ese agreste paisaje, hay un corazón que late más fuerte que nunca: la Escuela Nº 35 “José Lamas”, en Estación Mapis, Partido de Olavarría.
“Estamos lejos de todo. Mapis es un lugar que no tiene urbanización. Está la escuela, el club, la estación y el almacén de ramos generales que lamentablemente hace más de un año que cerró porque la familia que estaba se fue a vivir a otro sitio debido a problemas de salud. Así fue como quedó deshabitado porque nadie lo tomó, pese a la insistencia de la escuela para que se mantuviera” – explica Silvana Anaurdo, Directora y docente en el nivel primario- “Esto significó una pérdida ya que el almacén era el lugar de encuentro de la comunidad rural junto con la escuela, adonde asisten niños de toda la zona de campo. Constituía sobre todo la parte recreativa: jugar al pool, juntarse a tomar algo, además de hacer las compras ya que ahí se podía conseguir todo”.
Según el último censo se contabilizaron unos 143 habitantes en Estación Mapis. En la escuela hay 11 alumnos en el nivel primario y 6 en el nivel inicial. En la misma institución funcionan los dos niveles aunque falta el nivel secundario; para eso hay que recorrer 22 kilómetros para llegar a Recalde (Olavarría) y sino ir a Arboledas (Daireaux) donde tienen la modalidad de CEPT.
En MAPIS no hay luz eléctrica. En la escuela obtienen luz por pantallas solares, que requieren del sol y de las baterías para funcionar y, cuando el sol falta, se recurre a generadores. Tampoco hay señal de internet y la señal de teléfono es prácticamente nula.
“Es todo un desafío vivir en Mapis. Las docentes nos quedamos de lunes a viernes porque recorrer 130 Km. diariamente sería imposible. Somos dos maestras entre Nivel Inicial y Primario, y una vez por semana concurren docentes de áreas especiales tales como Educación Física, Inglés y Artística. Tenemos que prever que no nos falte nada para la semana porque no podemos comprarlo en ningún lugar: alimentos, actividades para hacer con los chicos, materiales, etc.”, dice Anaurdo.
EL MOTOR DE MUCHOS PROYECTOS
La Directora contó a Región Atlántica que en la escuela son pocos pero unidos, con un gran compromiso y con proyectos de impacto social, como el que hace unos años llevaron adelante para recuperar la estación de trenes y convertirla en museo: “Estaba totalmente abandonada y con el trabajo de las familias, de los alumnos y la cooperadora pudimos convertirla en un museo. Significó recuperar la historia de los pioneros de Mapis, la mayoría de ellos de origen vasco. Por este proyecto recibimos un premio de Fundación La Nación”.
Pero los reconocimientos no terminan allí ya que el año pasado recibieron el Primer Premio del concurso nacional del Ministerio de Educación “Maestros Argentinos 2018” por el proyecto denominado `La escuela rural: el mejor lugar para prevenir la hidatidosis´, con el cual se trabaja desde hace 4 años para concientizar a las familias: “Esta enfermedad es propia de los ovinos y la transmiten los perros, que se alimentan de las vísceras de estos animales afectados. Esta es una zona endémica por ser lugar de cría de ovejas y también es grande el número de perros en los campos. La idea es tener un número más controlado de animales y alimentarlos de otra manera, hacer una correcta desparasitación y en cada campo tener un pozo sanitario en donde se tiren los restos de los ovinos para que los perros no tomen contacto con ellos”, explicó Anaurdo.
“Los chicos hacen un trabajo responsable de investigación y divulgación, y queremos que el premio, de un millón de pesos, sirva para seguir avanzando. La idea es armar una red de escuelas con toda la región y compartir lo que se hace. El premio, de un millón de pesos, será compartido con otras escuelas para que el proyecto se replique. No hay como la voz del niño que cuenta lo que aprendió en la escuela para que se concientice a la familia”, concluyó.
Vivir en Mapis es un desafío que sin dudas vale la pena, cuando lo que se hace tiene a la pasión como motor…
ÉSTAS HISTORIAS, ESCUCHALAS EN REGIÓN ATLÁNTICA, POR LU6.