Historia replicada en varias instituciones educativas rurales que han surgido en estancias o campos de hacendados, la que hoy conocemos nació en la Estancia La Adela, propiedad del Sr. Guerricó, quien donó el espacio.
Silvana Bocchio, Directora del establecimiento, no evita emocionarse cuando habla de esta escuela que es su segundo hogar: “Cumplió 75 años en el 2015 y es muy grande, está cuidada y muy linda. Actualmente somos la escuelita rural con más alumnos en el distrito con 10 chicos en Nivel Primario y 7 en el J.I.R.I.M (Jardín Rural de Matrícula Mínima) Nº 5, con quien compartimos el edificio”. Además agrega que durante diez años la institución contó con la dirección de la Sra. Cristina Rau, hoy jubilada, quien dedicó su vida en la escuela: “Debo mencionar esto porque quedé sorprendida al tomar el cargo y ver que la escuela estaba impecable, con las persianas nuevas, rejas, el piso impecable y doble cortinado en las ventanas, lo que demuestra que ella dedicó tiempo extra para embellecerla y hoy, uno trata de mantenerla”.
Testigo de un pasado en el que la matrícula fue más numerosa, en cuanto a lo edilicio hoy la escuela brilla en el medio del campo como si el tiempo no hubiera pasado. Los números sí han cambiado. Nuestra entrevistada relata que “en otros tiempos hubo unos 300 alumnos pero bueno, es como todo ha sucedido. A las escuelitas rurales hay que cuidarlas y la nuestra sigue estando gracias a la gente que vive en el campo”.
Aquí asisten, sobre todo, alumnos cuyos padres trabajan en los tambos de la zona, que constituyen la actividad productiva más importante. La ubicación geográfica, cercana al límite con la provincia de La Pampa, nos habla de extensiones de campo netamente ganaderas.
Si bien en toda escuela la familia es un pilar fundamental, en las escuelas rurales la apuesta se redobla. Bocchio nos cuenta que los horarios para asistir son un poco complicados puesto que el trabajo en el tambo se comienza a las 14 hs, y la escuela funciona de 13 a 17 por lo que a veces se complica la asistencia a reuniones y fiestas escolares. La comunicación es fundamental. Para llegar, los chicos cuentan con el traslado de dos familias que colaboran, sumado al remis escolar que es pagado por el Consejo Escolar.
Bien familiar, así es el ambiente en las escuelas rurales. En ésta, que hoy conocemos, Silvana Bocchio es la directora y docente a cargo, que comparte e intercambia con la directora y docente a cargo del JIRIM. También hay un auxiliar que asiste y acompaña con la limpieza del lugar y la preparación de la merienda. Curiosidades de estos lugares, hasta el remisero colabora mientras espera a los chicos para desandar el camino y devolverlos a sus hogares luego de la jornada escolar.
Los chicos aprenden así, rodeados de naturaleza, con la simpleza del campo que es un lugar común para ellos pero con la posibilidad del encuentro con sus pares. La escuela se constituye así en lugar de reunión, de aprendizajes e intercambios, de posibilidades y experiencias.-