Etruria es una localidad situada en el sudeste de la provincia de Córdoba, en el Departamento de General San Martín. Se ubica sobre la Ruta Provincial N.º 4, a 58 Km de La Carlota por la Ruta 8 y a 60 Km de Villa María, por Ruta 9. Unos 5000 habitantes viven actualmente en Etruria, un lugar cuyas principales actividades económicas se dan en torno a la producción agrícola y ganadera, pero que no obstante cuenta con un desarrollo industrial en el sector metalúrgico y de producción quesera.

Fundada el 17 de mayo de 1893, se dice que Etruria “nació tres veces”. Marcela Ibarra, quien es docente del Centro Educativo de Nivel Primario “12 de Octubre” e integrante del polo cultural, refiere que esto tiene que ver con que primero, en 1890, Pedro Pelleschi creó la estación de Etruria cuando la línea ferroviaria Pacífico estaba construyéndose desde Villa María a Rufino y necesitaban cada cien kilómetros que las locomotoras se abastecieran de agua: “En esta zona se ubica esta estación y Don Pedro Pelleschi decide llamarla Etruria porque le recordaba el lugar de donde él era originario, en la provincia de la Toscana, antigua tierra de los etruscos en Italia. Pero fue el 25 de octubre de 1890 cuando llegó el primer tren a la estación Etruria y comenzó a aparecer en planos y mapas, y el nombre de Etruria se dio a conocer”.

“Luego, como en realidad en las inmediaciones ya había un caserío que se llamaba Pueblo Soria, por estar en tierras de la estancia de Bernabé Soria, la gente que se casaba o tenía que hacer algún trámite mencionaba que estaba cerca de la estación Etruria y a partir de eso empezó a aparecer ese nombre en los mapas de Córdoba”, detalla.

Ibarra completa la narración de la fundación, explicando que “Santiago Díaz, uno de los colonizadores, dona las tierras para la construcción de la Colonia Etruria, el 17 de mayo de 1893, y de ahí se toma esta fecha de referencia para calcular los años de la localidad. Pero, como este señor no termina de cumplir con lo que se había formulado para la ley de las colonias, que consistía en que tenía que donar tierras para que haya asentamientos de inmigrantes, y no logra comprar la cantidad de tierras que tenía que contar, otros dos colonizadores, que eran Fargas y Diez y Garzón, terminan comprando las 3 hectáreas necesarias para la construcción de los distintos espacios públicos, y cuatro años después recién queda formada como una población por eso dentro de su reseña histórica se dice que nació tres veces”.
Tiempos y tierras de inmigrantes, ellos plantaron su semilla para que poco a poco vaya creciendo la Etruria cordobesa. El ferrocarril, en esto, fue fundamental. Las tierras llanas se convirtieron en parcelas que albergaban la producción que con mucho esfuerzo hacían florecer las manos gringas: “El ferrocarril fue realmente población, comercio, agricultura, bienestar, familia, progreso, como para tantos pueblos que nacieron al lado de las vías”, resume Marcela. De la misma manera, cuando el tren dejó de pasar algunas cosas cambiaron: “Los intendentes no tuvieron la visión de dejar en pie la estación, lo único que quedó fue el tanque de agua que proveía a las locomotoras y allí se hizo una plazoleta que dice “Aquí nació Etruria”, pero fue lo único que se mantuvo. Es una pena, nadie sabe por qué la estación se tiró abajo”.
INSTITUCIONES Y LEGADO CULTURAL
Etruria conserva, asimismo, muchas instituciones que preservan el legado cultural de su comunidad. Entre ellas se destacan algunos denominados patrimonios culturales y otros reconocidos como paredes con historia. Este proyecto, “Construyendo identidades” fue llevado adelante por Marcela Ibarra, como docente en la escuela primaria en donde trabaja: “Algunas de las paredes con historia corresponden a la Sala de Primeros Auxilios, la estafeta, la Sub Comisaría, las primeras escuelas, la radio, la escuela secundaria, el primer negocio de ramos generales, el primer concesionario, las dos estaciones de servicios que se crearon sobre la calle de la estación del ferrocarril, calle en donde se logró también colocar una referencia histórica. También están los clubes, la Biblioteca Popular, el banco, las primeras viviendas, las primeras industrias, la capilla del Barrio Soria, el camino de carretas que unían Villa María y La Carlota, ahí hay una fonda en donde se dice que durmió el Padre Cura Brochero cuando pasó por Etruria”.
Otras instituciones y edificios que se reconocieron son, por ejemplo, el Museo de Usos y Costumbres “Nora Cattaneo de Bogino”, la capilla de La Consolata y por supuesto la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, institución fundamental para aquellos inmigrantes que buscaban unirse y referenciarse cultural y socialmente en estas tierras.

El Museo “Nora Cattaneo de Bogino” fue creado en 1989 y debe su nombre a una de sus máximas impulsoras. Según narra Ibarra, se inició con 150 objetos después de una exposición de antigüedades. En el 2009 llega el momento de definir su ubicación actual, en una de las casonas más antiguas de Etruria. Actualmente alberga unos 600 objetos distribuidos en diferentes salas y continuamente se promueven actividades culturales para poner en valor la identidad de la localidad.
Los pueblos y las instituciones viven gracias a las acciones de sus habitantes, los que cada día luchan por mejorar y por generar oportunidades sin olvidar sus raíces. Esto, sin dudas, se puede percibir en Etruria.
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