“Aquí no falta el trabajo y cuando no falta el trabajo lo primero que no falta es el pan, pero lo segundo que no falta es la dignidad”
En la Provincia de Córdoba, en su corazón productivo, se encuentra la localidad de General Deheza. Esta ciudad está situada en el Departamento de Juárez Celman y se encuentra, en cuanto a distancias, entre medio de Río Cuarto y Villa María por la Ruta 158. Actualmente la habitan unas 16.000 personas.
Este punto geográfico tiene la particularidad de ser el corazón manisero del país ya que, a escala industrial, sólo hay dos lugares en el planeta donde se produce este cultivo y justamente uno de ellos es el centro-sur de la Provincia de Córdoba.

Ariel Rodríguez, Director de Cultura , define a General Deheza como un lugar industrial, que ha tenido su desarrollo de la mano de estas producciones agrícola-ganaderas de la zona: “La primera empresa que apareció aquí y que continúa su camino es un molino harinero que es Molino Gastaldi y varios años después se inicia la producción de aceite con Aceitera General Deheza, empresa que produce a escala mundial y que está radicada en esta ciudad, sus propietarios viven aquí y eso marca una diferencia importante”.

HISTORIA E IDENTIDAD
En cuanto a los orígenes e identidad de la comunidad, Rodríguez grafica: “Como dice nuestra canción “De qué estamos hechos” somos hijos del viento sur (que nos golpea bastante) y somos hijos y nietos de inmigrantes porque la producción agroindustrial viene también de la mano de los gringos. Esta es una de las tantas ciudades que se creó también a partir de la llegada del ferrocarril. Pasó el ferrocarril y se montó una estación, y ahí se fundó lo que primero se llamó “Colonia La Agrícola” hasta que después se le fueron poniendo nombres a las estaciones de trenes y nos tocó en suerte el nombre de un patriota poco conocido o divulgado en nuestra historia que es el General Román Deheza, uno de los oficiales del ejército sanmartiniano que cruzó la cordillera y ayudó a liberar un montón de países, muy identificado con las ideas de Simón Bolívar, que estaba enterrado en Chile y que cuando cumplió cien años nuestra ciudad un grupo de vecinos logró que trajeran sus restos que ahora descansan aquí, en el Cementerio Parque. La imposición de su nombre fue una cuestión burocrática y no porque él haya estado relacionado a esta zona pero es importante reconocer a este tipo de personas”.
“Hay otro personaje que no se nombra en la canción porque él nunca quería ser nombrado y que fue el hombre que cambió la historia de toda esta zona. Él fue Adrián Pascual Urquía, fue el fundador de la aceitera General Deheza y vivió aquí toda su vida. Todo el mundo lo recuerda como el gran empresario pero además fue un hombre inspirador en sus frases y en su accionar… Él fue intendente del pueblo en aquel momento, era muy feliz generando cosas para nosotros, como por ejemplo viviendas. Él decía que todas las personas que trabajaban en la fábrica tenían que tener su propia vivienda y hacía de todo para que se cumpliera. Gracias a eso es que hoy tenemos una ciudad muy ordenada, muy linda y vivible, con todos los servicios”, cuenta.

El ferrocarril llegó en esta zona en 1874. Por su parte, General Deheza tomó como fecha de fundación el 30 de junio de 1893. La localidad tiene 127 años de vida pero no obstante, Rodríguez cuenta que la fecha de celebración más importante no corresponde al aniversario sino a su fiesta patronal dedicada a “Nuestra Señora de la Asunción”, la cual se lleva a cabo cada mes de agosto. Además, cada verano se realiza la Fiesta Provincial de las Colectividades, una celebración muy grande que es aprovechada para darle ayuda a las instituciones que trabajan en los diferentes stand ofreciendo en cada uno distintas comidas típicas de los países. Esto también permite seguir rescatando a las colectividades que formaron esta zona.
UN LUGAR QUE PROMUEVE LA CULTURA DEL TRABAJO
Rodríguez narra con orgullo que General Deheza es un lugar donde brinda mucho trabajo, donde gran porcentaje de la ciudadanía no es nativa pero ha encontrado en este sitio un espacio para el desarrollo laboral y personal: “Aquí no falta el trabajo y cuando no falta el trabajo lo primero que no falta es el pan, pero lo segundo que no falta es la dignidad. El pan ganado con dignidad es inigualable y esa dignidad la da el trabajo. Aquí la cultura del trabajo está muy prendida y nosotros nos sentimos orgullosos de eso”.
Este pensamiento y esta forma de concebir el progreso se ve reflejado en sus instituciones educativas, de salud, sociales y culturales. Uno de los proyectos a corto plazo es desarrollar un museo que refleje la rica historia local: “Ese es mi sueño pero ahora estoy trabajando en el rescate de la historia oral. La idea es ir haciéndolo virtual, como todo lo que estamos generando este año, bajo el proyecto “Historias desde el archivo”. Se llama así porque para mi sorpresa hace un par de meses descubrí que hay un archivo municipal que es un lugar físico, un viejo tanque de agua que está enterrado y que me resultó un lugar mágico. Entonces empecé a invitar a gente que tenga historias en el pueblo para que las vayan contando desde el archivo y se generan momentos interesantísimos con la memoria activa del ser, los personajes, los dichos y costumbres… Comienzo y termino este ciclo diciendo “La historia de los pueblos es la historia de sus conflictos y de cómo se resolvieron” porque ahí está la verdadera historia”, concluye Rodríguez.
Les presentamos aquí la canción a General Deheza, obra de Raúl Tembrás y Nicolás Arrobio: