En este año tan especial para recordar al héroe nacional Martín Miguel de Güemes, al cumplirse 200 años de su fallecimiento, dialogamos con el periodista e historiador Martín Miguel Güemes Arruabarrena. Basta con ver sus nombres para intuir su familiaridad, siendo éste chozno del prócer salteño, y basta escucharlo hablar con tanta sapiencia y pasión sobre su antepasado para que cada detalle de la historia de Güemes nos estremezca e interpele como argentinos.
Sobre la figura del Gral. Güemes, el historiador expresó: “Antes se lo menospreciaba como un gaucho guerrero, que hacía guerra de guerrillas y defendía la frontera norte, mientras que ahora hay una documentación que muestra la capacidad militar de Güemes porque era un militar de carrera. Está comprobado que su ejército supo tener 6000 hombres, con fuerzas de caballería, de infantería, fábrica de pólvora, sistema de informaciones, etc. Está comprobado el pensamiento político de Güemes, quien escribía muy bien y había sido formado por Manuel Antonio de Castro, creador de la Academia de Jurisprudencia de Buenos Aires, presidente de dos congresos constituyentes, primer periodista salteño que dirigió La Gazeta y que también dirigió El Observador Americano. Güemes tuvo en su gobierno, desde 1815 hasta su muerte, al hijo de virrey Ceballos (creador del Virreinato del Río de la Plata)”.
Güemes Arruabarrena señaló las heroicas proezas que llevó adelante Martín Miguel de Güemes, quien falleció luego de agonizar diez días y con sólo 36 años, tras haber entregado su existencia a la construcción de un plan de libertad y nación. Él comparó aquellos tiempos y proezas con el presente, indicando que “hay que hacer de la política el arte de hacer posible lo imposible”.
Su chozno refirió que Güemes fue “El único general de las guerras de la independencia que muere en combate”, llevando su lucha y valía hasta el último suspiro.
“No se lo conoce lo suficiente en su pensamiento, en su acción, en lo que significó en ese momento en las guerras de la independencia. Con sólo leer las cartas de San Martín, las de Belgrano, las de Pueyrredón, las de Artigas, las cartas de Güemes con Pancho Ramírez, con Estanislao López y con Juan José Paso, uno se da cuenta que era un hombre central en el poder de entonces… Lo respetaban por el orden jerárquico militar que él tenía”, indicó.
En contexto de su accionar en las guerras de la independencia y las consecuencias de su poder, Güemes Arruabarrena señaló: “La libertad e independencia de las Provincias de Sudamérica, como rezó el Congreso de Tucumán y como quería San Martín, fue obra de Güemes, y eso le costó muy caro, le costó la muerte”.
En otro capítulo, el historiador se refirió a la relación entre Güemes y Belgrano, de la cual se pudo saber más gracias a los documentos epistolares que se conservan. Él opinó que ambos «fueron dos grandes patriotas» que supieron dejar de lado sus diferencias para pelear por un objetivo común.
El historiador Güemes Arruabarrena dio cuenta además, en distintos tramos de la entrevista, del entramado familiar; la figura trascendental de Macacha Güemes, hermana de Martín Miguel de Güemes, quien fue una valiosa estratega y espía en la lucha junto a su hermano; la relación con San Martín y el significado que tenían los gauchos para el héroe salteño. Sus «Infernales» se entregaron en cuerpo y alma y su General no hizo menos: “Güemes fue un caudillo que encarnó a su pueblo, se identificó con el gaucho, los respetaba y los quería«.
«El país necesita reivindicar la figura de Güemes porque se necesita la voluntad de Patria, que no es patrioterismo, no es cuadrarnos y cantar el himno. Es participación construyendo, pensando en el otro. Nuestra Patria tiene derecho a ser lo que los próceres pensaron. Ellos tuvieron un concepto de Patria Grande y no Patria chica. Su pensamiento es para estos días. Güemes está galopando al lado nuestro y en esa conciencia histórica de trabajar por la Patria está la posibilidad de los argentinos de salvarnos juntos».