El pasado día 3 de mayo se conmemoraron los setenta años del fallecimiento del sensacional Homero Manzi. Vivió sólo 43 años, pero fueron suficientes para convertirse en poeta, dirigente político, periodista, guionista y director de cine, autor de emblemáticas obras del tango y la milonga y un baluarte indiscutible de la cultura argentina. Desde Región Atlántica decidimos homenajearlo a través de la palabra de su nieto, Claudio Manzione, quien se refirió a la vida y obra de Homero:
En sus primeras definiciones sobre su abuelo, Claudio dice: “Fue una persona que hizo tanto en tan poco tiempo… Hacer más de 400 canciones o poesías y luego haber vendido o regalado calculo unas 300 más, porque él vivía de eso… La verdad es que vivió tres vidas en una”. Y agregó sobre su pronta muerte: “Fue una pérdida inmensa para la cultura argentina”.
En cuanto al genio creador de Manzi, su nieto opina que “Él describió lo que vivía y nada estaba hecho al azar” . Pese a que Homero falleció ocho años antes de que él naciera, Claudio se ha dedicado a estudiar la vida y la obra de su abuelo para desentrañar algunos aspectos de las mismas: “Estuve descifrando muchas canciones para saber a quién se las hizo y por qué se las hizo, para compartir en las charlas que doy a muchas personas del ambiente del tango o que simplemente a quienes quieren saber de él”.
Claudio Manzione, en el contexto de esta investigación, está a un paso de dar a conocer una obra literaria propia acerca de su abuelo: “La idea es hacer un recorrido de su vida para chicos, con la idea de difundirlo en las escuelas también. Es un viaje al pasado, pasando por toda su vida, escrita para que los chicos puedan leerlo y se encuentren con fotos de Manzi, de las películas, las letras y lo que dicen sus párrafos”.
LOS MITOS Y LAS OBRAS
Homero Manzi tuvo un hijo, el también músico y poeta Acho Manzi, y él le dio tres nietos: Homero, Claudio y Malena. Quienes han especulado durante años sobre quién inspiró la canción “Malena” han aventurado, entre otras posibilidades, que se debía a un homenaje para Nelly Omar. No obstante, fruto de sus investigaciones, Claudio cuenta: “Malena era María Elena Toledo, una argentina que estaba en Brasil cantando, en esos suburbios. Y cuando Manzi fue a Brasil con Lucas Demare a presentar “La guerra gaucha”, fueron a tomar algo a esos suburbios y ahí la escuchó, y anotó en una servilleta que se la dio a Demare para que le ponga la letra. Encontré en esos versos y en esa poesía, el significado de esa canción”. Y agrega: “Lo último de Malena que me enteré es que cuando supo que esa canción era para ella, dejó de cantar y se fue a vivir a Chile con su marido y sus hijos. Pero no fue una crítica sino un himno porque él la vio, se deslumbró y quiso poner todo lo que quería sobre lo que veía”. Claudio opina que esa inspiración lo acompañaba siempre: “Hay muchas cosas, como en “Barrio de tango” o “Sur”, que son temas que hizo cuando se enteró que iba a morir”.
Con respecto a la relación entre Homero Manzi y Nelly Omar, su nieto expresa: “Cuando me preguntan qué opino sobre esta relación…no opino nada, en esa época era común que tuvieran una mujer en la casa y una afuera, no conozco ninguno de los hombres famosos que no hayan tenido una afuera, muchos han tenido varias mujeres y varios hijos con distintas mujeres». No obstante indica que «Nelly Omar fue su musa inspiradora en muchas obras. Si la historia no hubiese sido así tampoco lo hubiese sido la obra. Para escribir el tango “Después”, por ejemplo, Nelly y él estaban peleados y ella se va a Mar del Plata, y Manzi la llama y ella le dice que después y le corta, él lo intenta como cinco veces más y la respuesta es la misma, y es ahí donde él empieza a escribir “Después…”. Él necesitaba una sola palabra para empezar una canción. “Fuimos” fue una carta desgarradora que describe su pesar a Nelly Omar, que era la que estaba ahí, y él le dice que la ama pero que quiere que se vaya porque no quiere que sufra”.

Homero Manzi era simple en su forma de escribir como también lo era profundo y anacrónico. Sus letras, preferentemente, le cantaban al amor y al desamor como un eje que atravesaba su vida invariablemente: “En todos sus tangos él se echa las culpas de los abandonos que hace, es un punto muy importante en su vida. Escribir era como una terapia”.

MANZI Y LA POLÍTICA
En cuanto al Homero Manzi que se relacionó con Perón, su nieto indica: “No es que él sea peronista, sino que se hizo amigo de Perón, y le presentó a Evita en el Luna Park. Ya había una relación, de hecho, la plataforma política de FORJA se la entrega Manzi a Perón y él la utiliza” y agrega “no era necesariamente peronista, pese a esta relación y que se le haya atribuido tal inclinación. Él es expulsado del radicalismo por ir a juntarse con Perón cuando él pidió a los partidos políticos que se junten para poder tener una charla, el radicalismo no fue, pero él sí fue junto a otros radicales que fueron expulsados”.
“Creo que él se dio cuenta que era su propio enemigo en la política porque era amigo de todos los políticos sin importar a qué partido pertenecieran”, opina.
DE SANTIAGO DEL ESTERO A POMPEYA
Homero Nicolás Manzione nació en Añatuya, Santiago del Estero, el 1 de
noviembre de 1907, pero llegó
a la Capital y se estableció con su madre en el barrio de Pompeya a los nueve
años, edad en la que empezó a gestionar su credencial de
porteño.
Hombre comprometido con su tiempo, mantuvo un apoyo militante al derrocado
presidente Hipólito Yrigoyen (1930), fue encarcelado por el dictador José Félix Uriburu –quien
además le quitó sus cátedras de literatura en dos colegios nacionales- y cinco
años después cofundó la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina,
conocida como Forja.
Allí estaban, entre otros, Juan
B. Fleitas –exministro de Yrigoyen-, Arturo Jauretche, Luis Dellepiane, Gabriel
del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge Del Río y Raúl Scalabrini Ortiz,
afín e inspirador del ideario del grupo, aunque no formaba parte orgánica pues
no pertenecía a la Unión Cívica Radical.
Hincha fanático del Club Atlético Huracán, fue dos veces presidente de Sadaic y
a pesar de su origen radical, en 1947 se acercó al peronismo. En un discurso
radial de ese año apuntó: «Perón es el reconductor de la obra inconclusa
de Yrigoyen. Mientras siga siendo así, nosotros (…) seremos solidarios con la
causa de su revolución que es esencialmente nuestra propia causa. Nosotros no
somos ni oficialistas ni opositores: somos revolucionarios».
MANZI, EL CINEASTA
En el cine, Manzi dirigió dos películas –»Pobre mi madre querida» (1948) y «El último payador» (1950)– y escribió una veintena de guiones para otros -entre ellos el de «La guerra gaucha» (1942)-, pero su persistencia está en los versos a los que otros pusieron música: «Malena», «Tal vez será su voz» y «Negra María», con Lucio Demare, «Milonga del 900», «Milonga de los fortines» y «Milonga sentimental», con Sebastián Piana.
Una lista incompleta abarca «Así es el tango», con Edgardo Donato, «Monte criollo», con Francisco Pracánico, «Parece mentira» y «Nobleza de arrabal», con Canaro, «Recién», con Osvaldo Pugliese, «Cornetín», con Cátulo Castillo y música de Pedro Maffia, «No te engañes» y «Romántica», con Félix Lipesker, «Duerme», con Hugo Gutiérrez, y «El último organito», con música de su hijo Acho Manzi.