Ingeniero Luiggi está ubicado en el Departamento de Realicó, La Pampa. El mencionado departamento limita al norte con la Provincia de Córdoba, al sur con el Departamento de Trenel, al oeste con el Departamento de Rancul y al este con el Departamento de Chapaleufú. A la localidad se llega a través de las rutas provinciales Nº 2 y Nº 9. Allí se estima que viven unos 6000 luiggenses quienes, en esta entrevista, están representados por el vecino Juan Antonio Martín, integrante de la Asociación Civil de Historiadores del Norte Pampeano.
Es una zona agropecuaria por excelencia, con características climáticas particulares. Situada entre la pampa semihúmeda y la pampa seca, cuenta con temperaturas extremas que pueden llegar a doce grados bajo cero en invierno o superar los cuarenta en pleno verano. Su suelo llano con ligeras ondulaciones, su clima y la calidad de su tierra han favorecido su desarrollo económico desde el ámbito rural, en tanto que su condición de punta de riel del ferrocarril ha propiciado el intercambio comercial, impulsando su crecimiento.
HACIENDO HISTORIA
“La historia de Ing. Luiggi es muy rica. Fundado en la esquina sudoeste del departamento de Realicó, tiene acceso directo a los departamentos de Rancul y Trenel, y habiendo sido punta de riel en aquel momento toda la producción de la zona venía aquí para luego trasladarse a los puertos”, comienza narrando Juan Antonio.
En cuanto al origen de Ingeniero Luiggi, Martín cuenta que “el dueño de todas estas tierras fue Antonio Devoto, personaje muy conocido en la historia nacional que tenía muchos campos en forma particular y también junto a sus hermanos en el Departamento Trenel, sumando la friolera de 238.000 hectáreas que componían las colonias y estancias Trenel. Aquí, en Realicó, tenía algo más modesto con unas 35.000 hectáreas y en ese lugar decidió fundar un pueblo con la finalidad de que llegara el ferrocarril y se pudieran crear las colonias. Cuando el tren llegó se colocó la piedra fundamental del pueblo, se realizaron los remates que correspondían y en esa piedra fundamental dice que fue fundado el 20 de septiembre de 1910 por Antonio Devoto, con lo cual queda fuera de todo tipo de dudas que él fue el fundador”.
“Algunos historiadores decían que el fundador era Ingeniero Luiggi, un extraordinario personaje italiano que vino contratado a la Argentina en el año 1898 para construir un puerto de aguas profundas. Él recorrió toda nuestra costa atlántica y decidió que el mejor lugar era Puerto Belgrano, en Bahía Blanca. Allí él se puso frente a las obras y construyó la Base Naval de Puerto Belgrano, Punta Alta”- explica nuestro entrevistado-“Luiggi provenía de la misma provincia italiana que Devoto pero no tenían conocimiento entre ellos ni entre su familia, fue después que se hicieron conocidos y trabaron una gran amistad. Cuando ocurrió el centenario de la República Argentina en 1910 se fundaron varios pueblos y a uno de ellos, que estaba en tierras de Devoto, le pusieron el nombre de Embajador Martini y al otro le colocaron el nombre de Ingeniero Luiggi. Ellos eran personas muy arraigadas a su patria y de hecho Devoto vivió enviando dinero a Italia, al punto tal que en algún momento el rey de Italia nombró conde a Devoto, fue un título nobiliario que duró mientras duró su vida ya que Devoto no tuvo herederos directos y allí quedó todo”.

Según figura en los libros y lo que relata Juan Antonio Martín, Devoto no habitó jamás esta zona y no existen registros ni siquiera de que las haya visitado: “Él tenía sus escritorios en Buenos Aires de las cuantiosas empresas que tenía pero a La Pampa no vino nunca. Él falleció en 1916 y quien quedó a cargo de todo fue su segunda esposa, ella sí fue a conocer sus extensiones de campo”.
¿Pero qué pasó con toda esa extensión territorial y con la propiedad que tenía Devoto sobre esta? Nuestro entrevistado explica que “en los setenta años que siguieron a la muerte de Devoto se evaporó todo ya que las firmas se fueron vendiendo, hubo sucesiones y él tenía cuatro hermanos que sí habían tenido varios hijos. También influyeron las condiciones políticas y económicas del país y otros emprendimientos que les resultaron más interesantes hicieron que fueran vendiendo. Actualmente creo que no queda ninguna propiedad, tal vez quede alguna estancia en La Pampa, en Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe, que es en donde ellos eran terratenientes, pero nada más”
AYER Y HOY
El punto central del trazado de la ciudad se da a partir de la Plaza Belgrano y sus diagonales, modelo arquitectónico tomado de países europeos con modelo en un plano que, según estima Martín, “correspondía a una moda o un modelo de la época”.

En referencia a los edificios e instituciones emblemáticas de la localidad, Juan Antonio nos cuenta que se encuentran en buen estado de conservación. Algunas de ellas son la estación de trenes, el destacamento policial y la escuela primaria Nº 76 (fundada en 1911), aunque actualmente esta última funciona en otro edificio designado por el gobierno nacional. No obstante, también se conserva el edificio original que Devoto destinó para esa escuela.
“Está la casa del primer intendente, que también data de 1911, entre otras edificaciones que también se consideran fundamentales para la historia del pueblo como los panteones del cementerio que han sido realizados entre 1915 y 1930. Los albañiles de aquella época tal vez tardaban entre uno y dos años en terminar un panteón pero hacían verdaderas obras de arte. Otras construcciones son las casonas que se hacían en los campos porque las familias de aquellos gringos eran importantes, tenían muchos hijos y necesitaban casas grandes. Las hacían así un poco porque necesitaban y otro poco por dejarse llevar por ese deseo de figurar…”.
Un párrafo especial merecen las iglesias que fueron donadas por la viuda de Antonio Devoto, una de ellas dedicada a San Antonio, en Trenel, y la parroquia que está en Ingeniero Luiggi, dedicada a Santa Elena debido a que la viuda de Devoto era Elina Pombo.

Entre otras instituciones emblemáticas figuran las asociaciones Italiana y Española, el Club Costa Brava (que organiza la Fiesta Provincial del Caballo anualmente), Benjamín Matienzo y el Social y Deportivo Luiggi, el Club de Caza Mayor y Menor y el Aero Club.

La historia, además, se preserva en el Museo Histórico Municipal que funciona en la sede de la vieja estación del ferrocarril. Allí se exhiben numerosas piezas relacionadas con la historia local, herramientas agrícolas y una colección de carretas entre las que se destaca la carreta de Doña María: “Doña María fue la representante femenina de una familia muy importante que vino en 1892 a la zona desde la zona de Azul (Buenos Aires) trayendo una importante majada de ovejas y a medida que avanzaban hacia el oeste trataban de encontrar tierras aptas para quedarse, pero ya estaban ocupadas. Entonces, los propietarios o arrendatarios les permitían quedarse unos días para que no se les murieran las ovejas pero después les decían que se fueran y entonces seguían avanzando hacia el oeste, llegaron a la parte de “las lomas” que es lo que nosotros llamamos a la parte donde finaliza La Pampa y comienza la frontera con el sur San Luis. Siguieron así hasta encontrar un lugar que no tuviera ocupantes y allí se quedaron hasta que compraron las tierras aproximadamente en el 1900, antes de que el pueblo se fundara. Ellos junto a unos vascos que había fueron los primeros pobladores de la zona, en sus campos”.
LA HISTORIA DE LUIGGI NACE DESDE SUS RICAS TIERRAS, A PARTIR DE LA VISIÓN DE UN TERRATENIENTE DE RAÍCES INMIGRANTES QUE LLEGÓ A SER CONDE, Y SE ESCRIBE FORMALMENTE DESDE HACE 109 AÑOS CON EL TRABAJO INCANSABLE DE SUS POBLADORES.