Las noticias sobre el sector apícola indican que se ha tenido una menor cosecha pero que ha sido compensada de alguna manera con un mejor precio. Para dialogar acerca de este y otros temas entrevistamos a Gustavo Morteo, integrante de la Cooperativa Apícola de Tandil:
“La situación es así, tuvimos la posibilidad de tener un precio elevado, por encima de los parámetros normales, y se pudo compensar la falta de producción. No hubo una buena producción, no hubo lluvias en el momento oportuno, las producciones fueron muy desparejas, las zonas que recibieron alguna lluvia oportuna han tenido un rinde regular y en la zona donde no recibieron el agua que necesitaban fue escasa la producción, en algunos casos nula y en otros casos baja en promedio, alrededor de los diez kilos cuando normalmente está en treinta. El productor que tenía colmenas en distintos lugares pudo quizás hacer un promedio entre lo bueno y lo malo; el que tenía concentrada sus colmenas en zonas donde o hubo lluvia no tuvo una buena cosecha. Con el precio tal vez se pudo paliar, pero era la oportunidad de dar un buen salto porque el precio de la producción, indefectiblemente, se hubiese mantenido igual. Lo malo fue no poder aprovechar esta oportunidad, que no se da todas las veces, pero el clima no nos acompañó”.
“La lluvia ha sido despareja y en el caso de la apicultura, inoportuna, porque llovió cuando no tenía que hacerlo, y viceversa. Hasta diciembre venía parejo, con una buena sanidad y con una buena población de abejas, con todo listo para tener una producción de regular para arriba. Pero no llovió a fines de diciembre ni en enero, por lo que en las zonas bajas fue donde más afectó”, explicó.
Con respecto a la calidad de la miel, nuestro entrevistado refirió que la misma “es buena, independientemente de si llueve o no. A veces hay floraciones que son un poco más oscuras, favorecidas por la lluvia, pero en el grueso de la producción es muy buena la calidad”.
En cuanto a la cosecha, Morteo expresó que “ya se ha terminado de hacer la extracción y ya se está pensando en la preparada de la invernada y en ver qué armamos con la carpintería, para empezar armar materiales para la producción que creo, va a ser un año muy similar al anterior, donde no hubo grandes concentraciones de feria ni expo mieles que, particularmente, nos ha favorecido porque al no haber ese movimiento de materiales y que los productores puedan comprar en la feria, tienen que ir a la zona, a los que fabrican en el lugar y no tienen posibilidad de moverse”.
En otro aspecto, Morteo explicó que la mejora en el precio se da sobre todo por una menor oferta del producto y una demanda que se mantiene: “ha habido un faltante de miel en el mundo que ha repercutido en un valor alto”.
En relación al consumo hogareño, el apicultor indicó que “la proporción de lo que se consume es bajo en relación a lo que se exporta” aunque reconoció que “el consumo interno viene teniendo un aumento, pero ahora al trasladar el precio internacional al consumo este vuelve a retroceder porque los costos de la miel en la góndola son muchísimo más altos que un año atrás, y no va de la mano de la inflación sino de lo que subió la miel a nivel exportación. Hablando de la miel en condiciones y en una economía ajustadísima, la cosa se complica”.
Por último, Morteo revalorizó a la actividad del apicultor: “Acá si no hay pasión, constancia y perseverancia, no es la actividad que te corresponde. En síntesis, la apicultura no es para cualquiera porque pasas desde el sinsabor de que te piquen hasta entender cómo funciona la vida de este maravilloso animalito, y no todos lo interpretan. La apicultura es una actividad muy asociativa y es el camino que hay que llevar”.