Cintia Jaime es abogada y desde hace unos años reside en Basilea (Suiza). Es fundadora y Directora Ejecutiva de la Fundación Es Vicis, institución que nace bajo la preocupación de la concentración poblacional en grandes ciudades de Argentina a causa de las migraciones rurales y la contrapartida del despoblamiento de estos lugares del interior.
¿De qué se trata la Fundación?
Nace con la idea de revertir la tendencia migratoria hacia las ciudades de todo el mundo y se hace una prueba piloto en Argentina desde el 2014. En el 2016 llama a familias a un pueblo a trasladarse con el apoyo de la Fundación, donde se trabajan los pilares de bienvenida, de negocio y de vivienda. Al inicio tuvimos una respuesta masiva porque buscábamos solamente veinte familias y se inscribieron 20.000 familias en cuatro semanas. Este un momento increíble porque lo primero que queríamos demostrar era que las personas estaban yéndose hacia las ciudades no porque les gustaran las luces de la ciudad sino porque estaban en busca de una oportunidad económica y que esta tendencia ya estaba demostrando una expulsión de las personas porque no encontraban o bajaban su calidad de vida de tal modo que el factor económico no era relevante.
¿Y cómo se canaliza todo esto?
Nosotros estamos en el marco del Programa “Bienvenidos a mi pueblo”, la canalización en principio consiste en preparar al pueblo que desea crecer para dar la bienvenida, porque la contracara es que los pueblos pierden población, no saben cómo crecer, no encuentran la fórmula para hacerlo y nosotros los ayudamos a identificar las oportunidades de negocio para poder brindarlas a otras familias y de ese modo recibir población de manera sostenida.
Primero los acompañamos en esta bienvenida teniendo en cuenta que haya suficientes viviendas ya sea para alquiler o para compra, o lotes para construir, para que el pueblo siga creciendo teniendo en cuenta también la infraestructura, los caminos, la conectividad que es tan importante y que ya lo era en aquel 2016 cuando elegimos al pueblo de Colonia Belgrano (Santa Fe). Este es un pueblo típico de la Argentina, cercano a dos ciudades muy importantes (está a una hora y media de Rosario y a una hora de Santa Fe) que se encontraba con fuertes dificultades para crecer y que no sabía cómo hacer pese a tener conectividad, escuela primaria, escuela secundaria y hasta un asilo de ancianos, médicos y una ambulancia que llega mucho más rápido que en Santa Fe.

Hay muchos mitos alrededor de lo que supone vivir en una gran ciudad y las dificultades que hay en las ciudades están tapadas por la narrativa de que en los pueblos no hay oportunidades y que éstas están en la ciudad. Esto era antes del COVID, ahora hay una tendencia mundial, cada uno ya sabe que puede trabajar en un lugar a distancia y que no es necesario poner el cuerpo o que a uno lo empujen en un subte o en un tren o el tener que estar una hora en un tráfico insoportable para poder ser efectivo en un trabajo. Al contrario, la tendencia es entender que es más efectivo cuando hacen home office que cuando estaban trabajando en oficinas. También se vio aquí, en Europa, que no bajaron la dedicación al trabajo y que incluso han sido más efectivos haciendo home office.
¿Van en incremento los contactos con la Fundación?
Sí, estamos en permanente alza de personas que nos demandan porque nuestra Fundación trabaja para dar esta solución y estamos en un momento crítico por la pandemia. En Argentina ocurre esto del confinamiento, de la dificultad de desplazamiento, permisos y demás, y en este contexto estamos trabajando para identificar los pueblos que tengan estas oportunidades. Una vez que se pueda daremos los pueblos a conocer para que las familias que están inscriptas tengan las visitas a estas localidades y puedan ver cuál les gusta y qué oportunidades les brindan. El equipo les da toda una capacitación, es importante decir que los perfiles son seleccionados, que pasan por distintas observaciones desde el punto de vista socio-económico y ambiental de las familias para poder validar el perfil y que sea posible el “emparejamiento” entre lo que ofrece el pueblo y esa familia que desea irse a un pueblo.
¿Cómo hacen para poder operar desde tan lejos?
Como estamos haciendo ahora, tenemos un trabajo muy grande hecho desde hace ya siete años de modo home office desde un pueblo, yo vivo en un pueblo y la Fundación la tenemos en un pueblo de Suiza también, a unos cuarenta minutos de la ciudad de Basilea. Tenemos equipos integrados en varios lugares y cada uno trabaja home office, hay muchas compañías que ya han implementado esto o que son los desarrolladores, por ejemplo. Pero también tenemos equipos en terreno y trabajamos con ellos mediante zoom, documentos integrados, con sistemas que nos permiten llevar adelante el proyecto.
¿Cómo puede acercarse la gente?
Sería ingresando en bienvenidosamipueblo.org, que es una organización civil sin fines de lucro e inscribir al pueblo que desea conocer el programa, describirlo un poco y esperar el contacto que vamos a tener con ellos. No les pedimos muchos datos porque después creamos el perfil junto con ellos. Las personas que desean irse a vivir a un pueblo también pueden inscribirse en la misma página porque los beneficiarios son ambos (familias y pueblos) y nosotros somos el puente entre ellos. Estas personas pueden contar qué es lo que hacen y un poco de sus familias y nosotros nos vamos a poner en contacto. Es importante que tengan paciencia.
¿Y las autoridades o los vecinos cómo llegan a ustedes?
El héroe es el primero que anota al pueblo, nos dicen yo todavía no hablé con el intendente pero me encanta este programa, ¿cómo podemos hacer? Puede ser cualquiera el que tome la iniciativa, después invitamos a esa persona y a otros vecinos a conocer el programa. Antes íbamos personalmente pero ahora todo se hace por zoom, es importante que el pueblo tenga conectividad porque no podemos andar desplazándonos actualmente. Nuestros equipos están también en Argentina pero la conexión es a través de la plataforma de Zoom.
Hay muchos pueblos sin conectividad que tienen su encanto pero han quedado fuera de estas cuestiones…
La conectividad actualmente está vista como la columna vertebral del desarrollo, casi considerado un derecho humano el tener acceso a internet para poder desarrollarse. Hay muchas discusiones en los países con respecto a este tema, se están cuestionando cuáles son los pilares del desarrollo y han cambiado porque antes eran las rutas y hoy es mejor tener internet que tener rutas, porque se puede salir a caballo pero salir y tener la reunión (virtual). Incluso es más económico que hacer una ruta, aquellos que no tienen internet deberían movilizarse para tenerlo porque el motor actual del desarrollo.
¿Cómo es la reacción de los vecinos?
Se trabaja la bienvenida, hay una comisión de apoyo que son referentes importantes tales como gente de los clubes, comerciantes, del agro. La primera pregunta que surge es ¿a quién me van a traer? Porque quieren crecer pero el saber a quién van a traer se les pasa por la mente y hay que trabajarlo. Se trabaja todo a nivel humano con instancias de diálogo y donde se conocen los vecinos nuevos con los que ya están, se hacen amigos… En Colonia Belgrano dicen que “cuando te invitaron a comer el asado, ya está”. Hay instancias de relacionamiento, después se conocen con el saludo respetuoso de cada día, en la escuela, en los clubes.
31/08/20
Proponen que la repoblación planificada y sostenible de la Argentina esté en la agenda post-pandemia
“La gente vive mal en las grandes ciudades, desde hace muchos años, solo que hoy resulta evidente. Por eso el futuro está en la repoblación de pueblos rurales”, señaló Cintia Jaime, directora ejecutiva de la Fundación ES VICIS y del programa “Bienvenidos a mi pueblo”, durante una clase que dictó, esta tarde, en el marco del Diploma Superior en Desarrollo Local, Territorial y Economía Social, de FLACSO.
Alejandro Casalis, co-coordinador del Diploma, comentó en este sentido: “Se trata de un tema que a raíz de la pandemia está en el discurso público, y debería entrar en la agenda post -covid. Por eso creemos que son oportunos este tipo de programas. En el caso de Bienvenidos a mi Pueblo se están trabajando las dos caras de la problemática de la urbanización: la desconcentración de las grandes ciudades y el dinamismo de pequeñas localidades”, y agregó: “Lo que tiene de interesante es la metodología y el abordaje integral para el desarrollo territorial que el Programa tiene. Presenta un trabajo sólido de mapeo de pueblos con potencial y oportunidades y, por otro lado, se identifican las personas que puedan acceder a ellas”.