Los niveles de inflación vigentes en nuestro país distorsionan el valor de los inventarios de las empresas agropecuarias y se genera ganancias ficticias en un balance impositivo. Por otra parte, la tonificación de precios agrícolas por motivos internacionales y por la sequía doméstica, puede llevar a un resultado fiscal alarmante en muchos casos, si no se toman decisiones a tiempo para amortiguarlo. En nuestra tradicional columna contable e impositiva dialogamos sobre este tema con Marcela Fraboni.
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