El Partido de Mercedes se caracteriza por la presencia y preservación de míticos almacenes y pulperías, muchos de ellos datan de más de un siglo y albergan entre sus muros un sinfín de historias de lugareños y turistas. Tal es el caso del almacén- boliche La Vieja Esquina, situada en la intersección de las calles 25 y 28. Su fachada es prolija y antigua, e invita a adentrarse en aquel mundo para, una vez allí, deleitarse con una exquisita decoración de otros tiempos. La edificación, según los datos históricos, data del 1890.
Desde Región Atlántica quisimos hacer una travesía a distancia y comunicarnos con uno de los responsables de La Vieja Esquina, Gerónimo Raso: «El pasado 25 de junio La Vieja Esquina cumplió 36 con este nombre. Es un bar de bebidas, de copas y picadas de quesos y fiambres caseros ya que Mercedes tiene la Fiesta Nacional del Salame Quintero y es nuestra especialidad»– grafica- «La edificación en realidad data de 1840 porque allí funcionó durante unos cuarenta años una fábrica de licores. En 1890 la fábrica cerró y se inauguró un almacén de ramos generales con despacho de bebidas. El estaño francés que aún tenemos es original de cuando se inauguró el almacén. Desde 1890 a diciembre de 1986 funcionó así, hasta que la última familia que estuvo ahí, la familia Barbatto, decidió cerrar. Entonces, se acomodó todo con los muebles que había en el almacén, con las estanterías originales, se restauró un poco la barra, y se utilizó la registradora que tiene más de cien años».

Otra curiosidad es el mobiliario: la escena es dominada por un mostrador curvo de trece metros de extensión que se destaca por sus materiales exquisitos en carpintería y estaño. El mismo está asentado sobre el piso de pinotea antiguo que se conserva, aún a costa del mantenimiento que hacen los propietarios. En las paredes, las estanterías originales están llenas de bebidas espirituosas que son el deleite de los visitantes.

En cuanto a cómo llegó Raso a hacerse cargo del local, él cuenta que «cuando los Barbatto vendieron lo hicieron a un viejo cliente que siempre iba a tomar la copa y nosotros se lo alquilamos. Este señor ya falleció, pero su familia sigue como propietaria. Nosotros somos inquilinos desde hace muchos años. Primero fue Almacén Barbatto», dice. Actualmente La Vieja Esquina sigue brillando en pleno centro mercedino, frente a Tribunales y a pocos metros de la plaza central, y espera poder seguir brindando los shows musicales que se vieron suspendidos en el tiempo de pandemia.

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