En el marco del mes de la mujer entrevistamos a Lucía Ceresani, exponente indiscutido del canto de la llanura que ha recorrido distintos escenarios representando a nuestra música y enalteciendo la figura de la mujer. En esta nota nos cuenta sobre su presente musical y su trayectoria.
¿Cómo ha trascurrido este tiempo de pandemia?
Fue un reinventarse un poco en estos meses en los que no se puedo trabajar, pero seguimos en actividad haciendo cosas desde casa, con transmisiones y con los medios que nos van teniendo en cuenta. Este año estamos viendo la vuelta a la actividad de a poco, pero con paciencia, esperando que todo se vuelva a reactivar y poder encontrarnos con el público, ya lo hemos hecho en enero y febrero con los cuidados necesarios, pero es lindo reencontrarse con el público. Es necesario tanto para el artista como para la gente que disfruta de ir a una peña o un festival. Este período me ha servido para reencontrarme y reconectarme con la guitarra como en los primeros años de mi adolescencia y para volver a ese punto. A veces la continuidad de la actividad, de las grabaciones o del ensayo hacen que uno no encuentre el espacio que he podido reencontrar en este tiempo.
En este nuevo trabajo, “Voy llegando”, que es una huellita, está Trabuco González y te acompaña Leo Gutiérrez…
Sí, Leo Gutiérrez es un cantor, un compositor y un amigo de hace muchos años que me invitó a cantar esta huella de su autoría y ahí estuvimos, hicimos el video y quedó un lindo trabajo que compartimos con la gente que disfruta también de la danza. Fue un trabajo grabado en pandemia, en casa. Trabuco es un gran amigo y un talentosísimo músico que en cada grabación también nos ayuda con los arreglos de cada canción, tengo una confianza muy grande en su trabajo y siempre nos está acompañando en eso, en embellecer y aportar arreglos para cada canción como se escucha en la Milonga para Don Pedro, donde se escuchan los arreglos de Trabuco en la guitarra.
Has citado cosas bien regionales, con obras que has grabado y que han sido cantadas por Alberto Merlo, Víctor Velázquez y otros. Efectivamente en tus discos han tenido presencia las distintas regiones de este canto propio de la llanura…
Tratamos de ir recorriendo todos los ritmos, aunque son muchísimos y tan variados, sobre todo en las danzas. También tratamos de incorporar otros, como la zamba, que también es parte de muchos compositores de nuestra región que han hecho obras maravillosas. Es un recorrido sobre la región y con cosas que hemos incorporado de otras regiones.
¿Seguís en “La Folklórica”?
Ahora no, estuvimos seis años ininterrumpidos y estamos esperando el regreso, si Dios quiere, con nuestro “Universo surero”.
Ha partido recientemente Omar Moreno Palacios, con quien has compartido mucho, y esto de su partida nos ha sorprendido mucho…
Sí, en verdad es así. Compartimos muchas actuaciones, viajes y tengo tantos lindos recuerdos… Él fue uno de los organizadores del homenaje a Alberto Merlo en la Casa Rosada y ahí también nos convocó junto a Argentino Luna y tantos otros grandes del canto surero. Ha hecho muchas cosas por nuestra identidad, por nuestro canto, nuestro regionalismo, y lo sentimos como una gran pérdida dentro del canto surero.
¿Cómo ves el rol de la cantora en este canto de la llanura?
Las primeras grandes referentes como Suma Paz, Amalia de la Vega o Nelly Omar han abierto un camino y cada una de nosotras lo sigue haciendo como ella, con el compromiso, con esa pasión y con la defensa del canto de nuestra región que es lo que nos une y nos representa. La voz de la mujer hace diferente las canciones de este género musical y por eso tienen su aporte tan valioso. Sobre todo, también las payadoras, con el canto repentista que también cada vez son más y nos representan en escenarios de este y otros países. Es importante que se sigan sumando más mujeres a este género, que una vez que lo descubran se van a dar cuenta de que es difícil alejarse, por lo menos es lo que a mí me pasa.

Dentro de las ventajas de las pandemias es que con tu hermano te podés presentar, no hace falta una banda…
Es verdad, Argentino Luna contó como anécdota que una vez en Cosquín los sonidistas eran muchachos jóvenes y le preguntaron por los músicos, y él les dijo: “Vengo solo, con mi guitarra y mi voz”. Después, Argentino se quedó pensando: “En realidad no vengo tan solo, vengo con un montón de historias de paisanos, de paisajes y de melodías”. No estamos tan solos, parece que sí pero no estamos tan solos.
¿Este regreso te encuentra con obras propias nuevas o con cosas que has seleccionado?
Sí, composiciones nuevas y canciones bellísimas que fui descubriendo porque tuve tiempo para poder investigar y escuchar cosas, adentrándome en compositores y repertorio de esta región. Son cosas que se irán descubriendo de a poco en el nuevo disco que pronto comenzaremos a grabar y ya estaremos soltando las canciones al escenario y a las redes sociales, donde primero se sueltan.