No es novedad que desde hace años la situación de la lechería argentina se ha vuelto compleja, pero lo que ha sucedido en esta primera parte del 2023 muestra que la crisis se ha recrudecido.
La implementación del dólar agro, medida que impactó de lleno en los insumos que se utilizan para alimentación animal, se suma a una retracción productiva por el impacto de la sequía. Esta última situación había sido advertida por el Observatorio de la Cadena Láctea, quien había previsto una caída del 4, 8 % para este invierno. La merma productiva proyectada en relación al mismo período de 2022, se originó en las adversidades climáticas que afectaron a todo el sector agrícola durante el verano. A este panorama, se suma una recomposición de precios que nunca llega: «Los precios ni siquiera han subido en relación a la inflación».
Para analizar este escenario dialogamos con el productor Raúl Catta, coordinador de la comisión de lácteos de la SRA: