Quien elige un amor, quien abraza una pasión, lo hace para siempre. Un impulso lleva a tomar un camino y es ese llamado interior el que comanda cada acto. Marta Schwindt (Suint, su apellido artístico) nació en Sarandí, partido de Avellaneda, y desde niña sintió el deseo de «decir las cosas nuestras». Mar del Plata la adoptó cuando tenía 20 años, convirtiéndose este en su lugar en el mundo, donde pudo ser y proyectarse haciendo lo que tanto le gustaba.
“Me inicié en el año 1967 cantando milongas, yo escuchaba a los payadores y los admiraba, y un día de pronto descubrí siendo muy niña que esta era mi vocación», cuenta. En algunos registros biográficos señalan que «Con una guitarra que le regaló su padre, a los 9 años participó en un programa de Radio Mitre. En esa misma emisora, tiempo más tarde, tenía que recitar unas décimas de Martín Castro. En un momento se olvidó la letra y terminó improvisando, dándose cuenta de que podía ser payadora».
Marta recuerda con cariño a sus mentores, quienes la llevaron a pulir ese deseo interior por payar para llevarlo hasta un escenario: «Federico Sombra tuvo mucho que ver en ese momento de mi vida, como Abel Zabala, quienes me acercaron los conocimientos técnicos de cómo se componía una décima y demás. Fue en Rafael Calzada, el 14 de marzo de 1972 que hice mi primera payada junto a Álvaro Casquero”.
De su trayectoria, destaca además a sus grandes compañeros de escenarios y de vida, y los amigos que supo cosechar en ámbitos tan variados como las peñas, los espectáculos en escenarios y las transmisiones de radio, junto a la recordada Perla Carlino, con quien compartía la defensa ferviente de nuestras tradiciones.
Suint expreso alguna vez que «el payador debe defender los derechos humanos, con todo lo que ello implica. Es decir, recordar la triste historia de los desaparecidos, hablar del derecho del peón, del obrero, del jubilado, del niño a tener una buena educación, etc., estando siempre en la retaguardia y denunciando las injusticias». Este compromiso es el mismo que mantiene, «formalmente», desde hace cinco décadas.
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