Oscar Marzol, propietario y director del Museo Campestre, Ferroviario y de Cultura Argentina. El mismo se encuentra ubicado a 2.000mts. de la Ruta Nacional N°7, en el Km. 351, en la Localidad de Iriarte, Partido de General Pinto, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Consta de un predio de más de tres hectáreas que invita a un entretenido e interesante viaje al pasado, recorriendo medios de transporte, usos y costumbres de la cultura de nuestro país.
“Lo inicié desde el punto de vista agropecuario, porque mi familia estuvo vinculada a ese tema. Empecé como cualquier coleccionista, coleccionando árboles, y después me entusiasmé porque lo empecé a adornar con alguna máquina vieja. Cuando uno empieza a juntar, no tiene límites”, comienza contando Marzol.
En esa aventura sin límites se inició hace aproximadamente tres décadas, reuniendo poco a poco distintos elementos y materializando lo que en su mente recreaba. Nativo de Iriarte, Marzol decidió instalar en su lugar de origen un verdadero legado cultural e histórico. En cuanto al sector del ferrocarril, cuenta: “Los vagones los conseguí en la época de Menem, cuando se hicieron los famosos remates de aeronaves. Como se desguazaban, algún loquito como yo los compraba… Y después de muchas gestiones, de recorrer muchas locomotoras en la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, conseguí que me asignaran en préstamo una locomotora a vapor bastante destruida, pero fui a buscarla a Palmira, en Mendoza, y así armamos el trencito. Van a encontrarse con una estación del interior completa”.

Nuestro entrevistado narra que, “Después, la idea fue montar un pueblo así que ya armamos una peluquería, una panadería, un consultorio de dentista, una clínica, una imprenta, una tintorería, como para ir armándolo alrededor de la plaza”. Agrega que las máquinas se mueven para que el Museo sea dinámico y no una muestra estática, y para que la gente, sobre todo los chicos, sepan cómo funcionaban las cosas”.

Otro sector imperdible es el almacén de ramos generales, que se armó con elementos de tres almacenes de ramos generales bonaerenses: uno de Alberti, uno de Trenque Lauquen y uno de la zona de Ameghino. “Al entrar, la gente se queda impactada porque hasta las botellas están llenas… Se puede ver un almacén montada como en aquel momento, incluso con su botica y su parte de bar, para tomar”. También hay, en el Museo, un vagón de subte, que perteneció a la línea A, y una colección de Arturo Frondizi.

Otro espacio muy importante es el de maquinarias agrícolas: “Todo está engrasado, mueven todos sus mecanismos. Hay tractores diesel, y también una colección de Ford A y Ford T, aunque no es algo masivo sino como un anexo. Todo está funcionando y la particularidad es que nada ha sido repintado, sino que está tal cual lo encontré”, explica.

Para disfrutar de más imágenes e información, pueden acceder al sitio de internet museoiriarte.com. Para quienes desean conocerlo personalmente, el Museo se encuentra abierto diariamente de 15 a 19 hs. “Una vez por mes ponemos una muestra nocturna, con las máquinas en movimiento, visita que se completa con la invitación a comer unas empanadas y a degustar una copa de vino. Tienen que venir a conocernos”, concluye.
