Desde Región Atlántica viajamos imaginariamente a la provincia de Córdoba para conocer una emblemática institución de Villa María. Dialogamos con el Dr. Pablo Gornitz, presidente de la Sociedad Israelita de Beneficencia Hebrah Keduschah, que fue fundada en 1925 por inmigrantes judíos provenientes de Europa y del norte de África. Entre sus propósitos se encuentran realizar prácticas de beneficencia, la enseñanza del idioma hebreo, sostener el Cementerio Social y fomentar y establecer todas las actividades de Culto Judío.
La historia narra que, en su momento de esplendor, llegó a reunir a más de 100 familias asociadas de Villa María y localidades vecinas, contando con un templo Ashkenazí y otro templo Sefaradí, una biblioteca, una escuela y una sede social con un teatro. No obstante, Gornitz relató que «Si bien esas instituciones fueron evolucionando, con el tempo la cantidad de socios se fue reduciendo hasta llegar a un punto crítico que ponía en juego la institución. El planteo fue si se cerraba, perdiendo la herencia cultural, sueños y esfuerzos de los antepasados, o hacer algo para conservarlos. Pensando en nuestro nombre, Sociedad Israelita de Beneficencia, pensamos en que teníamos una infraestructura importante y que podíamos compartirla».
En 2018, un acuerdo firmado con la Biblioteca Bernardino Rivadavia, de Villa María, una de las instituciones educativas más importantes del país, estableció las bases para crear en la Sede Social un Templo y Museo Judío y un espacio Multicultural. En 2019, se realizó una restauración general del Cementerio Israelita, se digitalizó la documentación societaria existente desde 1925, permitiendo acceder a la misma a través de internet.
“Desde el inicio el proyecto que establecimos fue virtual, nos permitió escanear casi 10.000 documentos de los cien años de la comunidad, a los que hoy se puede acceder desde cualquier lugar del mundo”, explicó.
“La base del Museo es virtual. Tenemos acceso al templo y, por eso, se puede ver el lugar en donde se reza y la Torá, que son los rollos que contienen los cinco primeros libros de la Biblia, el Antiguo Testamento, hay elementos de la liturgia y hemos desarrollado tres tótems interactivos donde se pueden hacer búsquedas introduciendo nombres, que no necesariamente son de nuestra comunidad sino de todo el que ha estado vinculado con la Sociedad Israelita, para que se pueda encontrar. También se digitalizó la información del Cementerio y entonces, poniendo un nombre o apellido, se puede saber si tienen algún familiar en el cementerio, los puntos de lápida o si esa persona ha tenido algún cargo societario, también lo puede averiguar”, indicó. El Museo también se puede visitar personalmente.
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