Entrevistamos al Ing. Esteban Bilbao, integrante de la agrupación “Viento Sur” y de Aapresid en Necochea, quien nos brindó detalles sobre la necesidad de crear una ordenanza local en el partido de Necochea para la aplicación segura y controlada de fitosanitarios. Asimismo, se refirió a la proyección de la próxima campaña fina y evaluó lo sucedido hasta el momento en materia de campaña gruesa:
¿Qué nos puede decir con respecto al debate que se da en Necochea sobre la actualización de la ordenanza local sobre fitosanitarios?
En realidad, no es una actualización, porque no hemos podido lograr todavía que se haga una ordenanza local en cuanto a las aplicaciones en la zona periurbana. Nosotros vamos con lo que dicta la ciencia y la lógica, que es poder dar un marco legal para que los vecinos estén más tranquilos, lograr un protocolo para buenas prácticas, que sean específicas para ese lugar y que haya un ente de control real, basado en prácticas que permitan aplicar sin deriva hacia la zona urbana, con la presencia de un ingeniero agrónomo, teniendo en cuenta técnicas específicas como el viento, la baja deriva, hacerlo con productos lo más inocuos posibles, etc. Este es el camino que queremos seguir.
En otro aspecto , ¿Qué pálpito se tiene para esta próxima campaña fina?
La fina sigue siendo, en su conjunto, el grupo de cultivos más importante para nosotros desde el punto de vista económico, desde la sustentabilidad y la estabilidad, porque las condiciones climáticas suelen ser la más seguras para estos cultivos de invierno.
Más allá de lo programático con respecto al clima, hay una incertidumbre con respecto a los costos, a la cuestión política que también impactan este año, ¿no?
Este año se suma la cuestión de los precios de los granos, que sería positiva, y de los insumos, que sería una incertidumbre negativa, y la cuestión política que es la que más preocupa siempre en nuestro país, la más presente.
En esta zona, en la sumatoria trigo- cebada tenemos entre un 40 y un 50 % de superficie, pero desde 2008 ha aumentado notablemente el porcentaje de cebada en relación al trigo. Básicamente tenemos razones políticas y técnicas para que esto suceda: en cuanto a las primeras, la incertidumbre es más con el trigo con la historia de los ROE y del cierre de importaciones, que nos hacen ruido a la hora de definirnos. En lo segundo, en lo técnico, la cebada quizás sufre las condiciones de anegamiento del invierno, pero tolera mejor las sequías que suelen venir en el mes de noviembre, y aparte la solemos cosechar quince días antes que el trigo y eso nos juega a favor para el potencial de la siembra de segunda, que se daría posteriormente a la cosecha de fina.
Como asesores, ¿Qué tips podrían darles a los productores para esa campaña?
Un tip a mediano y largo plazo es el manejo de malezas difíciles o resistentes, particularmente antes de sembrar más allá de hacerlo mientras está el cultivo. Más allá de que hoy uno lo puede vivir como un costo, termina siendo una inversión para poder manejar bien y mejor las malezas a mediano y largo plazo. Acortando los faros y llevándolo a lo que es la campaña actual, son importantes los muestreos de suelos y los análisis para ajustar de la mejor manera posible la fertilización, que implican uno de los grandes costos y hay una incertidumbre a nivel mundial sobre su disponibilidad. Además, tenemos que empezar a mirar otros nutrientes, porque históricamente eran fósforo y nitrógeno, y hoy hay que mirar también azufre y zinc.
Es importante saber lo que tenemos en el suelo. Por otra parte, en un año como este y con los costos que tenemos, es viable pensar que lo que históricamente hacíamos con dos aplicaciones con distintas dosis de urea, podemos hacerlo en tres, repartido, para que el cultivo vaya absorbiéndolo a medida que lo necesita. Otro aspecto a tener en cuenta es la calibración de la maquinaria porque si repartimos mal tenemos problemas de rendimiento como los que ha medido la Universidad Nacional de Mar del Plata, con pérdidas de entre 500 y 1000 kg, dependiendo de la situación.
En cuanto a resultados de la gruesa, ¿qué datos manejan?
En girasol, en su momento, anduvimos en valores promedio de 40% debajo del rinde histórico, principalmente por la sequía y por enfermedades que empezaron a complicarnos en la zona. En cuanto a la soja, depende mucho de las condiciones climáticas del verano y depende de la zona, pero se podría decir que también estamos en niveles promedio de rendimiento en un 30 o 40% por debajo. En soja es difícil de medir porque, en la zona, hay poca soja de primera. Por su parte, en los maíces que vienen arrancando tímidamente con algún sembrado temprano de ciclo corto, pero tampoco es lo más normal, venimos viendo distintas situaciones. Por ejemplo, donde no había llovido en invierno y no había recargado el perfil y no llovió en verano, andamos en rendimientos del 50% de lo que es el rendimiento histórico, con regiones de 4000 kilos en zonas de 9000 kilos en históricamente en promedio…
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