El pasado 20 de mayo se celebró el Día Mundial de la Abeja y en este contexto, se dieron a conocer los resultados del Concurso Provincial de Miel 2021. En el mismo, productores de distintas zonas fueron galardonados con los primeros premios, posicionando sus productos entre los mejores del territorio bonaerense de entre 74 muestras que compitieron.
Joaquín Moja es médico veterinario y productor apícola de Chascomús. Obtuvo el primer premio en la categoría Mieles Cristalizadas y el primer premio de la categoría Mieles a Granel, y en esta entrevista cuenta sobre esta experiencia y sobre su mirada sobre el sector:
“La Agencia de Extensión Rural de Chascomús depende de la Cuenca, de la Estación Experimental de Rauch que nuclea 24 partidos de la Cuenca del salado. Aquí hay una situación favorable para la apicultura, porque se cuenta con una zona privilegiada en cuanto a pasturas naturales y todavía hay un gran porcentaje de ganadería. La producción muchas veces se hace cuesta arriba, pero hay que tratar siempre de innovar y ver que se pueden hacer cosas buenas, como con el caso de pasturas lotus que en un primer año que hicimos este ensayo dio buenos resultados”, expresó.

Siguiendo esta línea y en cuanto a las dificultades que enfrentan los apicultores para encontrar el buen camino de la polinización para lograr productividad, Moja explicó que este ensayo “surgió con la pregunta ¿cómo hacer para que la relación ganadero/ apicultor siga en el camino de la confianza? Estas actividades no están en contra, no obstante, al apicultor a veces le cuesta encontrar campos para poner colmenas, o muchas veces cobran sin tener en cuenta el gran aporte que hacen las abejas a la producción de pasturas para la ganadería”.
“Empezamos a pensar en cómo resolver esto y nos juntamos con gente del Intech (Instituto Tecnológico de Chascomús), dependiente de la Universidad de San Martín. Ellos tienen ambientes con pasturas agroecológicas de lotus, y de ahí empezó la interacción al poner colmenas correspondientes a la Unidad Demostrativa que tenemos del INTA con jaulas de exclusión de polinizadores, y los resultados fueron muy buenos tanto del punto de vista de las colmenas, en tema de producción de miel, en obtener una miel monofloral de lotus y, a su vez, la gran producción de semillas que se da en el área donde los polinizadores visitan a las flores, diferente a lo que es en las jaulas de exclusión, donde casi es nula la producción de semillas”, destacó.

Moja señaló que a partir de estos resultados han recibido muchas consultas y hay mucha gente interesada en la inclusión de estas pasturas y en relación a la apicultura, no obstante, aclaró que “este fue un primer ensayo” aunque sí remarcó que “la producción de miel por colmena fue muy por encima del promedio general de la zona en este año, es un dato que a todos les gustan y que a nosotros nos llenó de alegría”.

En cuanto a la incidencia de lo climático en la actividad, nuestro entrevistado afirmó que “la abeja es un sensor climático por excelencia, cuando empieza haber alteraciones en el clima ella lo siente. La sequía, además, implicó el avance de depredadores de la abeja tales como el moscardón cazador de abeja, por eso en muchas colmenas las abejas no querían salir a volar por la presencia de este depredador”.
Moja indicó, por otra parte, que “el avance de los cultivos ha reducido la capacidad o las calidades de los pólenes para que la abeja tenga el aporte de esos diferentes aminoácidos que ella requiere. Antes teníamos muchos pastizales naturales, mucha diversidad de polen, un gran aporte de proteínas para las abejas; hoy en día, con los monocultivos ves que en los cuadros de cría solamente hay polen de un color o dos, lo que hace a la falta de variabilidad de aportes de aminoácidos y a la calidad de la abeja que se cría”. Y apuntó a la necesidad de llevar acabo “buenas prácticas agrícolas, con una buena relación apicultor/ aplicador para que, en los momentos de aplicar a los cultivos, avisarle al apicultor cuándo y cómo se va a aplicar para que no haya efectos sobre las abejas. Es una convivencia y hay que aprender a hacerlo, trabajando en relación ambas actividades productivas”.

PREMIACIÓN COMPLETA
El jurado, compuesto por representantes del Ministerio de Desarrollo Agrario, el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, el Inta, la Universidad Nacional de La Plata y la Universidad Nacional de Mar del Plata, evaluó las diferentes características sensoriales de las muestras presentadas, la trazabilidad del producto, la presentación (envasado, limpieza, etiquetas), las características organolépticas como el sabor, color, cristalización, textura y las características fisicoquímicas de color y humedad.
En la categoría de Mieles Líquidas, el primer puesto fue para Alexis Rodríguez, de la localidad de San Pedro; el segundo, para Alejandro Faggi, de San Miguel del Monte; y el tercero para Victoria Burs, de Zárate.
En el caso de Mieles Cristalizadas, el primer puesto fue para Joaquín Moja, de Chascomús; el segundo, para José Ringuelet, de La Plata; y el tercero para Rafael Koziol, de Florencia Varela.
En la categoría Mieles Fraccionadas, el primer puesto fue para Joaquín González, de Tandil; el segundo para Alexis Rodríguez, de San Pedro; y el tercero para Lorena Casanova, de Berisso.
Por último, en la categoría de Mieles a Granel, el primer puesto fue otra vez para Joaquín Moja, de Chascomús; el segundo para José Ringuelet, de La Plata; y el tercero para Rafael Koziol, de Florencia Varela.