Conocer otras realidades nos permite entender estos escenarios e intercambiar experiencias. Uno de nuestros oyentes es Hugo Awe, productor del Partido de Patagones, quien nos escucha diariamente a través de la señal de radio AM 760 y que nos cuenta cómo es producir en Patagones, al sur bonaerense
Para ubicarnos precisamente en esa geografía, Hugo nos ilustra: “Para referenciarnos, estamos sobre la Ruta Nacional Nº 3, a la altura del kilómetro 911, a unos 45 Km de Patagones en dirección hacia Buenos Aires”.
Este productor relata que se dedica principalmente a la ganadería vacuna enfocado a la cría y a algo de engorde, y al cultivo de avena y cebada orientada a la alimentación del ganado en el invierno.
En el resto del Partido se da también la explotación ovina, con producción de buenas lanas, aunque no es el caso de Hugo: “Hace unos dos años atrás, cuando la lana tuvo buena rentabilidad, se obtuvieron buenos precios por lana fina pero actualmente está un poco achatado, aunque, por supuesto, sigue la producción. El problema de la lana a veces es la comercialización, se opera sobre todo con puertos del sur, pero lo que se encarece es el flete. Acá, desde hace algunos años se está utilizando la forma de vender agrupando los lotes de lana y haciendo licitaciones para generar un precio transparente”.
En cuanto a la zona “bajo riego” del Partido, Hugo explica que “las localidades de Pradere y Villalonga son las que abarcan una extensa zona bajo riego y, por supuesto, hacia el norte del Río Colorado las localidades de Pedro Luro, Ascasubi, Mayor Buratovich, que conforman lo que se denomina Corfo Río Colorado que es un sistema de riego de varias hectáreas que toma agua del Río Colorado y que, cuando uno lo ve, es notable cómo cambia. Hacia el sur, pasando a la provincia de Río Negro y pegado a la ciudad de Viedma, también hay un valle irrigado de varias hectáreas que se alimenta del Río Negro y que conforma el IDEVI (Instituto de Desarrollo del Valle Inferior). En esta zona hay producciones intensivas como cebolla, ajo, horticultores, también se hace algo de maíz, de girasol y algo para engorde también”, explica.
En el caso del productor entrevistado, su zona no cuenta con estas provisiones de agua de riesgo, sino que depende de lo que sucede con las lluvias. En este sentido, él señala que el pasado 2020 fue un año bastante positivo en ese aspecto, midiendo en su establecimiento unos 420 milímetros que, para esta zona, no son malos teniendo en cuenta que ha habido años de 300 milímetros: “El tema a veces es la oportunidad de las lluvias, fundamentalmente en otoño y primavera, y también lo errático de las mismas porque hemos tenido lluvias de 60 o 70 milímetros y a pocos kilómetros cayeron 5 o 10, de modo que hay mucha diferencia en poca distancia. No es comparable con la zona en la que están ustedes, siempre digo que cruzando el río Colorado hacia el norte es notable la diferencia pluviométrica en las regiones”.
En el transcurso de la entrevista y sobre las condiciones de pocas precipitaciones en la zona, se recuerda el episodio de extrema sequía que ocurrió hace aproximadamente diez años: “Fue un tiempo tristísimo, creo que Patagones fue noticia a nivel nacional por la nube que volaba hacia el Atlántico. Pero creo que hay muchas cosas que están cambiando para bien, en cuanto al tratamiento en los suelos. Esa fue una situación excepcional, pero sabemos que épocas de seca va a haber, por eso hay que tomar recaudos. En mi caso he implantado pasturas perennes como agro piro, y después en los laboreos no usar tanto arado sino un poco más de cincel en lo posible, también con asesoramiento del INTA”, indica.