La actualidad y la historia se mezclan detrás de un hallazgo realizado a principios de agosto de 2020 por un pescador de la zona. El descubrimiento fue posible gracias a una histórica bajante en el río Paraná. En esta especial ocasión dialogamos con José Luis Aguilar, fundador y Director del Museo Paleontológico “Fray Manuel de Torres”. Además, Aguilar es paleontólogo, creador del Grupo de Conservacionistas de Fósiles e impulsor, en el año 2008, del Museo de Sitio “Batalla de Obligado”.
¿Cómo es que se da este hallazgo?
Es un descubrimiento muy interesante hecho por un pescador que se llama Jorge López y que normalmente trabaja en la costa de la Vuelta de Obligado, un pueblo muy chiquito, de unos 300 habitantes, que está a 19 kilómetros de la ciudad cabecera de San Pedro. Allí tuvo lugar la Batalla de la Vuelta de Obligado en 1845 y hoy, 175 años después, siguen apareciendo elementos de aquella contienda.
Estamos con una bajante muy pronunciada del Río Paraná y eso hace que se vean cosas que en otros momentos son difíciles de percibir. En este caso, este hombre llegó a la costa en su lancha en una maniobra habitual que hace todos los días, observó un par de eslabones que le llamaron la atención y avisó al delegado de la localidad. Ahí hacieron una movida de suelo para ver si estaban clavadas y descubrieron que era un tira de seis o siete eslabones que continúa hacia debajo de la pared de tosca del río. Así es que nos convocaron a nosotros como Grupo Conservacionista de Fósiles.

¿Cuál fue la reacción que tuvieron ante tal descubrimiento?
Fue emocionante verlo porque a veces cuando te convocan a ver algo eso suele estar sumergido en el agua o tapado por tierra o apenas aflora, pero en este caso cuando llegamos había dos o tres personas que nos dijeron: “Acá lo tenés” . La verdad es que en un primer momento fue hasta chocante pero enseguida comprendimos que estábamos frente a un descubrimiento que se estaba dando bajo un contexto lógico. Aparecieron clavadas en el mismo sitio donde Mansilla las ató hace más de ciento setenta años.
Como grupo fuimos fundadores, desde el año 2008, del pequeño Museo de Sitio Batalla de Obligado, conformando junto a los vecinos la colección que se expone en ese sitio. En el 2013 un vecino que había levantado su red de pesca, más o menos en el mismo lugar donde hoy aparecieron estos eslabones, encontró un tramo de un metro de longitud con un grillete que hoy se exhibe en el Museo. Este nuevo hallazgo permite comparar ambos tramos y nos damos cuenta de que forman parte del mismo sistema, incluso hay un documento de guerra en el que Lucio Mansilla describe cómo construyó su dispositivo de defensa y menciona el grosor de la cadena que colocó, y coincide con estos materiales que se están encontrando ahora.
¿De qué tamaño o peso son estas cadenas que han ido hallando?
En el documento narrado por Mansilla él dice: “siendo la más gruesa de una y un octavo de pulgada”. Él ahí tiró tres hiladas de cadenas soportadas arriba de veinticuatro barcazas a las que les había sacado mástiles y timón, las ancló una al lado de la otra hasta el otro lado del río. Sobre esas barcazas fue desplegando con sus soldados tres hiladas de cadena y ahí él dice que la más gruesa es de casi dos pulgadas. El metro de cadena que había aparecido en 2013 pesaba entre 13 y 15 kilogramos. Con respecto a este nuevo hallazgo, todavía no se ha movido del lugar. Las cadenas siguen ancladas en la pared del río y hay un equipo arqueológico tomando muestreo y viendo las primeras acciones. En lo particular creo que esto no termina ahí sino que es el comienzo, considero que lo que el pescador encontró fue lo que nunca se halló hasta ahora, que es una de las puntas del dispositivo de defensa. Hay que tener en cuenta que no eran hiladas continuas sino que en aquel momento, cuando Mansilla pidió a la comandancia de Rosas cadenas, del Puerto de Buenos Aires recolectaron todos los tramos disponibles y los trasladaron en barco hasta San Pedro. No hay que esperar una hilada continua, sino que eran tramos que los iban enredando sobre las barcazas y que podrían tener diez metros, otros veinte u otros cinco metros.
¿Hay una estimación de los metros de cadena que habrían utilizado Mansilla?
En aquel momento el ancho del Paraná en la zona de la Vuelta de Obligado era de unos 700 metros. Hoy, el ancho del Paraná en el mismo lugar es de alrededor de 900 metros de modo que una de las márgenes se fue “comiendo” por erosión natural unos 200 metros sobre la costa de Entre Ríos. De este modo, si ellos tiraron tres hiladas de cadena de unos 700 metros estuvieron utilizando unos 2100 metros de cadena para entorpecer esta navegación de buques enemigos. Mansilla tenía a su mando unos 2300 soldados así que realmente hubo mucha gente para conformar una defensa que obstaculizaba el río totalmente y que era reforzada por cuatro baterías de cañones que él había instalado sobre las barrancas que tiene el lugar, en sitios adecuados para tiro en altura.

¿Y logró efectivamente su objetivo ese uso de las cadenas?
Siempre lo grafico con algo que tiene que ver con el fútbol: la Batalla de la Vuelta de Obligado se perdió pero fue la primera y la más grande de una serie de escaramuzas y combates y, al ingresar la flota anglo-francesa a navegar el Paraná hacia el norte en la zona de Corrientes, como era la intención, Mansilla le fue poniendo resistencia en diferentes puntos, de ida y de vuelta. Entonces, si vos jugás un campeonato de fútbol y empezás perdiendo el primer partido pero después te reponés y empezas a ganar y al final terminás como campeón, ¿dirías que fue perdido o ganado? Lo mismo pasó con la Guerra del Paraná. Mansilla perdió el primer combate, las cadenas demoraron y produjeron muchas averías a la flota anglo- francesa a costa de vidas pero el hostigamiento que él les fue haciendo después a lo largo del Río Paraná, de subida y de bajada, hizo que dos años después Francia e Inglaterra terminaran capitulando, rindiendo honores a la bandera argentina y retirándose de sus intenciones de colonizar la zona del Río de la Plata y el Río Paraná.

Y la figura más importante aquí es este gran héroe Lucio Norberto Mansilla…
Creo que él es el gran héroe y el gran cabecilla pero realmente ha tenido gente que ha sabido acompañarlo como sus artilleros, sus comandantes, Francisco Crespo, Juan Bautista Thorne, personas muy aguerridas y que tenían muy clara la idea de defender al país que se estaba gestando. O Petrona Simonino, quien era enfermera y que asistía en pleno combate, con las balas pasándole por encima de la cabeza y trasladando heridos a un galpón de la zona que oficiaba de hospital. Hubo gente que fue a pelear con esta idea de la soberanía y la defensa de lo propio. Es un hito histórico como país, que marcó un antes y un después en lo que se quería para sus propios recursos y su propio territorio.