En el marco de este aniversario dialogamos con el investigador, escritor e historiador local, Néstor Di Paola. De acuerdo a sus múltiples trabajos investigativos, él señala que si bien se toma la fecha de fundación como el 4 de abril de 1823, hay documentos donde se menciona el nombre de Tandil y que datan del año 1672. Coincide en que Tandil «es un vocablo indígena, araucano, que posiblemente tenga que ver con la Piedra La Movediza, pero también con la piedra en general. No nos olvidemos del respeto que tenían los pueblos originarios por la naturaleza y por su entorno».
En esta entrevista, Di Paola hace un repaso de los principales hechos que marcaron la historia de Tandil. Escuchá la nota completa:

RESEÑA BREVE
En el contexto de la expansión territorial de la Provincia de Buenos Aires en la década de 1820 se fundaron una serie de fortines como delimitación del espacio que se compartía con los pueblos originarios. Dentro de estos fortines se encontraba el denominado Fuerte Independencia, fundado por el Gral. Martín Rodríguez el 4 de abril de 1823 en un valle de las sierras del Tandil, vocablo indígena que significa para algunos historiadores piedra que late (tan ‘lil) en referencia a la famosa Piedra Movediza, y que posteriormente denominara a la ciudad misma y al partido del cual es cabecera.
Una vez consolidado el Estado Nacional y delimitado su territorio, superado de manera violenta el conflicto con el indígena, el pueblo de
Tandil quedó inserto en el corazón de la Pampa húmeda, centro geográfico de la producción agroganadera que habría de insertar la economía argentina en el mercado internacional a partir del llamado “modelo agro exportador”.
En 1895 de acuerdo con las leyes vigentes Tandil se convierte en ciudad. Por entonces ya contaba con unos cuantos miles de habitantes, hacía doce años que había llegado el ferrocarril, y a las actividades agrícologanaderas se sumaban la extracción de piedras de sus canteras y la actividad que se desarrollara alrededor de sus atractivos turísticos, en particular sus cercanas serranías, dentro de las cuales se encontraba la ya mencionada Piedra Movediza que dejara de oscilar sobre el cerro que lleva su nombre un 29 de febrero de 1912.


