El tambo que cerró sus puertas estaba ubicado en El Capricho, sobre el camino troncal a Cerro de Gloria, Partido de Castelli. La sequía y los enormes costos de producción, superiores a lo que recibían de pago por la leche con plazos a 45 días, terminaron por destruir el trabajo de toda una vida. “Yo ordeñaba, inseminaba, trabajaba en el tambo, pero, así y todo, los números no cerraban”, expresó Daniel Taballa, su propietario.
Taballa producía leche gracias a unas 60 vacas Holando: “La gran sequía desde junio de 2022 a la fecha y los altos costos para producir son la clave. Nos pagan el litro de leche a 104 pesos y compramos el kg de alimento balanceado a 118 y se calcula 1,5kg por animal” subrayó. “No quedó ni una vaca Holando, hay que pagar las cuentas”, agregó.
Daniel explicó, con tristeza: “Fueron 48 años en los que yo estuve en un tambo que mi papá construyo años atrás luego de comprar las 77 hectáreas que tenemos para producir. Generamos un empleo directo y muchos de manera indirecta, chacareros y fumigadores, entre otros”. Hoy, el escenario no dio para más.
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