Del 19 al 26 de enero estamos viviendo a pleno la Semana Brocheriana, un período muy significativo en la vida religiosa cristiana, en el que se recuerda la vida y obra del magnífico San José Gabriel del Rosario Brochero, conocido también como el «cura gaucho». Es atrapante transitar el paisaje en el que hace más de un siglo, «el curita» entendió que estaba todo por hacer.
El imponente e inhóspito territorio de Traslasierra era tan bello como hoy: las sierras, su inmensidad, los cursos de agua, las piedras, su clima, su flora silvestre y su fauna autóctona, pero albergaba también a muchas almas «que era necesario rescatar» de la miseria y del abandono, trayéndoles no sólo la palabra y el don de espíritu sino también el bienestar material. Su llamado a servir a Dios le había llegado desde muy joven, en el marco de una humilde familia fortalecida por la fe cristiana.
Para conocer más sobre su vida visitamos la Villa y recorrimos el Parque Temático Brochero Santo, en donde entrevistamos a la Técnica en Turismo Andrea Silva, encargada y guía del Parque Temático Brochero Santo.

Acerca de la figura del Cura Brochero, expreso: “Cuando llegó se dio cuenta que estaba todo por hacerse, y al segundo comenzó a trabajar levantando capillas, escuelas, más de 200 Km de caminos principales, la Casa de Ejercicios, la Casa de Niñas…Él hizo mucho desde lo espiritual, lo terrenal y lo político.
Fue siempre muy dedicado al más desvalido, no sólo desde lo material sino sobre todo desde lo espiritual. Desde su función de sacerdote pensaba en salvar la mayor cantidad de almas”.
En cuanto al rol de la mujer, Silva indicó que él “Consideraba que la mujer era fundamental, que era la base o soporte de cada hogar y que debía estar bien instruída. De esa forma es que construyó el colegio de niñas para que no solamente niñas de Traslasierra que no tenían condiciones económicas tuvieran acceso, sino otras que venían incluso desde otras provincias. Se les enseñaba economía doméstica, bordado, costura, inglés, a tocar el piano, y muchas materias que les permitieran tener un oficio, para que pudieran ser independientes. Consideraba que era importante para la familia y para la sociedad”.
“Hablar de Brochero es hablar de esperanza, de que lo bueno va a llegar”, expresó.
SOBRE EL PARQUE…
El Parque Temático Brochero Santo fue fundado el 6 de enero de 2021, por iniciativa de quien fuera el titular de la Agencia Córdoba Turismo, Julio Bañuelos, quien le trasladó esta inquietud al Obispado de Córdoba.
“Son diez estaciones que toman la forma, vista desde el cielo, de un denario. La cruz formada por los senderos principales tiene una extensión de 100 metros. En el centro, se encuentra un inmenso pilar con la imagen del Santo. Cada estación tiene la forma de nido de hornero, y adentro se representan distintas escenas desde el nacimiento y bautismo, pasando toda su vida y obra, hasta llegar a la última etapa de consagración del Cura Brochero, por sus milagros. En cada estación hay estatuas a tamaño real, construidas en fibra de vidrio y resina epoxi, con la técnica hiperrealista, por el artista Fernando Pugliese, el mismo creador de Tierra Santa, del Paseo Folclórico de Cosquín y del Museo de la Biblia, en el Chaco. El recorrido es totalmente guiado, con guías en cada estación y un video explicativo”, dijo Andrea.
«En temporada alta, trabajamos diariamente de 8:30 a 13 y de 17.30 a 21 hs. Pueden disfrutar de las instalaciones, tomar mate en el parque, etc. En Facebook e Instagram pueden encontrarlo como Parque Brochero Santo», concluyó.









EL CURA SANTO
Nació el 16 de Marzo de 1840 en un paraje llamado “Carreta Quemada” en las cercanías de Santa Rosa del Río Primero (Pcia. De Córdoba) siendo bautizado al día siguiente de su nacimiento en la Parroquia de Santa Rosa. A los 16 años entró al Seminario Mayor de Córdoba “Nuestra Señora de Loreto” en donde recibió su formación sacerdotal y en las aulas de la Universidad de Córdoba cursó sus estudios filosóficos y teológicos.
Fue ordenado presbítero el 4 de noviembre de 1866 por el Obispo José Vicente Ramírez de Arellano y presidió su Primera Misa en la Capilla del Seminario el 10 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de Loreto. Fue nombrado Prefecto de Estudios del Seminario y se inició en la vida pastoral en la Catedral de Córdoba.
En 1869 se recibió de Maestro de Filosofía por la Universidad y en noviembre de ese mismo año el Obispo lo destinó a Traslasierra a hacerse cargo del Curato de San Alberto y más tarde es nombrado Párroco de Villa del Tránsito (actualmente Villa Cura Brochero) desde donde desplegó su intenso ministerio pastoral. Murió leproso y ciego en esa Villa el 26 de enero de 1914, a los 74 años de edad.