La siembra fina de esta campaña 2020/2021 va en ritmos normales o con algunos puntos de adelanto, respecto a la campaña anterior, como ha señalado la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Se esperan 6.700.000 hectáreas con trigo y 900.000 con cebada, espacios ajustados a la baja hace unas semanas, a causa de las escasas lluvias en el centro y norte del área agrícola nacional.
Un interesante diálogo con Raúl Maestre, productor, comercializador e integrante de la Asociación Argentina de Productores de Trigo. «Un cultivo bíblico», como le gusta decir, que necesita señales claras. «Estamos en 2020 pagando cuentas de 2007», remarcó, ante la desconfianza de los clientes externos, en referencia a los cierres discrecionales de exportaciones de aquellos años, bajo el erróneo concepto de cuidar así «la Mesa de los Argentinos». Aquellas distorsiones provocaron una caída en la producción superior al 50 por ciento de los niveles actuales, con un mercado más fluido:
En el tramo siguiente, Maestre profundizó sobre cómo está operando la molinería. Pero obviamente, la relación de lo público con lo privado estuvo muy presente en la charla, por el caso Vicentín.