La preocupación por la propagación de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis) creció en distintas provincias del país durante este último tiempo, especialmente al detectarse su desplazamiento desde el norte hacia las áreas centrales de producción. Esta migración ha tenido un impacto significativo en las proyecciones de cosecha de maíz, que según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo 2,5 millones de toneladas su pronóstico de cosecha. Días atrás diputados nacionales de Córdoba y La Pampa (Luis Picat y Martín Ardohain) presentaron un proyecto de resolución ante la Cámara Baja para que se declare la emergencia agrícola a nivel nacional, a raíz de su expansión.
Sobre este tema dialogamos con la Ing. Macarena Ramos, integrante de APRONOR (Asociación de Productores del Norte):
“Ya nos desveló. Desde lo que veníamos venir en la precampaña con cierta preocupación, hoy lo vivimos con amargura dimensionando las pérdidas que vamos a tener. Hay lotes con destrucción del ciento por ciento, con una planta totalmente seca, recostada contra el piso y sin ninguna posibilidad de levantarla en cosecha, y tan lejos de la madurez del maíz”, explicó.
“El insecto inocula la enfermedad, pero los síntomas aparecen a los cuarenta y cinco días, por lo que en prevención trabajamos con los ojos un poco vendados. Se hicieron monitoreos tempranos, pero debo decir con desazón que todas las medidas preventivas que tomamos no sirvieron para nada”, manifestó.
El insecto vector de la bacteria Spiroplasma kunkeli, originario del norte del país, causa la enfermedad “achaparramiento del maíz” y puede hacer perder hasta el 70% del rinde en un lote del cereal. Las provincias afectadas hasta el momento son Santiago del Estero, Chaco, Catamarca, Tucumán, Salta, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa.