Luis Villalobo es docente rural y, en temporada, guía en el Parque Temático Cura Brochero. Habla con la misma pasión y entrega tanto de la educación como de la figura y la obra del Cura Gaucho. Sus palabras son testimonio de la realidad que se vive en la ruralidad cordobesa, con la belleza de las sierras y también con sus dificultades a la hora de transitar los caminos.
La escuela en la que trabaja Luis se llama Fernando Fader, en homenaje a un pintor cordobés que hacía pinturas con paisajes muy similares al que está la escuela. Según narra el maestro, la misma está situada en un lugar llamado Lagunas Verdes, a 25 Km hacia el noroeste de la Villa Cura Brochero. Es un camino bastante agreste el que se hace para llegar, con sólo diez kilómetros de asfalto y otros tantos de tierra que se ponen un poco intransitables en época de lluvia.
“El pasado 11 de julio la escuela cumplió 73 años, y lo celebramos ya que estamos tratando de sostenerla porque hay muy pocos niños. Lamentablemente, estas zonas rurales de Córdoba están perdiendo a la población joven, que decide migrar a los centros urbanos”, grafica.
Actualmente la escuela tiene 4 alumnos que, curiosamente, son de nivel inicial. La escuela estuvo a punto de cerrarse, pero Luis se reinventó y se animó a dar clases a estos niños más pequeños. Es docente único y aparte, es director de la institución. Los niños que asisten desde la zona provienen de las estancias, son hijos de puesteros o de dueños de tierra que llegan en moto o a caballo.
“Siempre sentí vocación hacia la docencia, y la ruralidad es mi debilidad, mi amor por las escuelas rurales es muy grande”.
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