La producción de tabaco es la principal actividad agrícola económica en Isabel Victoria, municipio de Colonia Carolina, Departamento de Goya, Corrientes. Como tantas otras producciones del país, está sufriendo los efectos de esta sequía que parece no dar respiro. Para conocer la realidad desde adentro dialogamos con la productora local Teresa Montiel, tabacalera, horticultora e integrante de la Asociación de Mujeres Rurales Argentinas, Federal.
“Muchos productores ganaderos vieron morir sus animales por escasez de alimentos y falta de agua. Acá la producción principal es el tabaco, y venimos de desfasajes de años anteriores que se agravan mucho más cuando no hay una planificación que responda al sector productivo. Por ahí hay mucha convivencia política, favoritismos que van a determinados sectores, y hace que los productores que realmente son los que están trabajando se sientan más afectados todavía. A lo económico hay que sumarle el efecto de la sequía”, explicó sobre la situación que atraviesan.
En cuanto a producción, superficie y precios, Teresa graficó: “En estos últimos años bajó demasiado en cantidad, porque Corrientes tenía una producción de entre cuatro y seis millones de kilos, pero cuando después no hubo una política de incentivo para el productor o hubo desvío de recursos para el Gobierno u otros destinos, hizo que al productor le quede poco margen de ganancia. Creo que ese es el motivo de la baja en los kilos en los últimos años. Desde la Asociación de Mujeres tuvimos la oportunidad de hablar del Coordinador del Tabaco y pudimos plantear la situación que veníamos atravesando desde nuestro punto de vista, por lo que tenemos continuo diálogo con el Ministerio de Agricultura a nivel nacional y estamos en la búsqueda de mejorar los ingresos para el productor tabacalero. Estamos en la provincia también en búsqueda de mejoras para que las familias puedan seguir estando en el campo, ya que es un permanente éxodo de familias a la ciudad y el panorama no es alentador para los jóvenes. Los que ya estamos acá seguimos, pero para quien quiere emprender algo, no hay oportunidades.
El margen de producción bajó mucho debido a los bajos precios y la mala política de distribución que dejó al sector a la deriva porque no nos convenía plantar tabaco para que otro se lleven las ganancias. La producción de tabaco se traduce en un importante ingreso de dinero a la provincia que, sostenemos, debe ser distribuido entre las familias que producen tabaco”.
APRENDIENDO SOBRE LA ACTIVIDAD
Teresa cuenta que los plantines comienzan a prepararse en los meses de junio/ julio, mientras que en septiembre y octubre se hace la siembra a campo. «Lo bravo del tabaco llega en diciembre, enero y febrero cuando hay que cosechar, es un trabajo muy sacrificado. Toda la cosecha se hace a mano, empezando el día desde muy temprano porque después,a pleno sol, es casi imposible andar en medio del campo». Luego de la cosecha, el producto se lleva a galpones o carpas plásticas para el secado del atado de las hojas de tabaco, se hace una sarta atada hilo durante veinte días, y después se lleva a galpones para que tome su color.
“Los productores trabajan en fincas de dos o tres hectáreas, no más porque no hay mano de obra, pero tampoco resulta tener un peón. Desde hace unos años diversificamos la producción con horticultura a campo con sandía y mandioca, por ejemplo”.
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