Antonio Franza es productor yerbatero y presidente de la Asociación de Productores Yerbateros del Alto Uruguay y Museo Casa del Mate rumbo al Moconá. Este lugar se encuentra en Colonia Aurora, en la intersección de la Ruta 2 y la Ruta 221 que une Puerto Alicia y San Vicente. Todas las rutas que conectan están asfaltadas, lo que asegura una buena comunicación. Ubicada a orillas del río Uruguay y a escasos kilómetros de los Altos del Moconá, este sitio representa una verdadera belleza natural y, como indica Antonio, “una promesa turística”. Con motivo del Día del Mate, que se celebró el pasado 30 de noviembre, quisimos conocer su historia, el actual escenario productivo y las infinitas posibilidades que ofrece este cultivo bien nacional.
Con respecto a la actividad productiva indicó: “Avanzamos mucho en la producción de granos, con maquinarias acordes. Somos el municipio más diversificado en producción de Misiones”, afirma. En esta zona, afirma que se produce mamón, ananá, tabaco, leche, frutas, verduras y, por supuesto, yerba mate. «Para el que trabaja, la miseria no existe, porque se producen muchísimos alimentos», dice Antonio.
Sobre la actividad yerbatera propiamente dicha indica: “Estamos muy contentos con los precios. A pesar de la sequía es el único producto que no bajó tanto en el número de kilos de producción”. Por otra parte, en el contexto laboral, explica que la dificultad en el sector radica en conseguir mano de obra calificada y dispuesta a realizar los distintos trabajos en las etapas de producción: “Es difícil conseguir mano de obra porque nadie quiere blanquearse. El que cobra un beneficio tiene miedo de perderlo y no quiere entrar en un blanqueo, pero si tenemos personal en negro estaos infringiendo la ley laboral. Hasta hace veinte años conseguíamos gente que trabajaba el jornal completo, hoy no conseguimos… Muchas veces tenemos dificultad para levantar la cosecha de yerba mate porque no tenemos la mano de obra que teníamos. Los propietarios deben también trabajar los fines de semana para cubrir el déficit de mano de obra”. La mayoría de los productores en esta zona son minifundistas.
LA CASA DEL MATE
El 5 de septiembre cumplió dos años esta Casa del Mate. Previamente, era una carpa itinerante que se hacía presente en ferias, festivales, etc. La pandemia los obligó a reinventarse para poder seguir adelante, y el cambio los favoreció sin dudas. Miles y miles de turistas nacionales y extranjeros los visitan a diario para disfrutar las virtudes de este producto tan nuestro y, también, para conocer la historia productiva de la yerba mate: “Ha sido un éxito total, con la visita de turistas que han seguido la Ruta de la Yerba Mate. Pueden encontrar en la Casa de la Yerba Mate más de 120 yerbas distintas, una variedad amplia de mates artesanales, bombillas…», narra Antonio. Pero, hay muchas estrellas más: helado artesanal, tallarín con pollo, cervezas, coñac, licor, dulces y alfajores, todo con el sabor de la yerba mate.
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