En nuestra sección agropecuaria de Región Atlántica, conversamos con Juan José Szychowsky, presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) en Argentina, para conocer detalles del proceso productivo, costos y beneficios.
Consultado acerca del consumo de la yerba mate en el mundo, Szychowsky señala: “La yerba mate es una actividad agro industrial que es muy importante para el norte de Argentina, para Misiones y para el norte correntino, y nos representa en el mundo. Nosotros exportamos a varios países, aunque parezca llamativo nuestro principal comprador es Siria que consume el 70% de nuestras exportaciones y desde allí al mercado turco, a Europa y a otros países, pero sin dudas Siria es quien se lleva la mayor cantidad de exportaciones. El mercado sirio consume de manera similar al nuestro: una yerba estacionada y de buena calidad. Lo mismo ocurre con el mercado chileno. La particularidad en Siria es que cada uno tiene su matecito y lo que circula es el termo. El consumo por habitante es muy importante también”.
En relación al contexto de pandemia, sobre si el hecho de no compartir el mate y tener que hacer mates por separado incidió en el aumento del consumo, nuestro entrevistado expresó que “los niveles de consumo en realidad son similares al año pasado, aún un 3% debajo en comparación al 2019. Hicimos una campaña muy fuerte a nivel nacional que se llamó “Cada uno en su mate”, donde pedimos la responsabilidad social de cada uno de los ciudadanos, que cada uno se cuide, porque en realidad el mate no contagia sino la irresponsabilidad o el no cuidado. De la misma manera que no hay que compartir una botella, un utensilio, hay que tener cuidado cuando se toma mate. De esta manera hicimos una campaña nacional, fuimos la primera cadena agroalimentaria argentina que salió con un programa relacionado al COVID, diciendo que cada uno fuera responsable y tomara en su mate y eso hizo que la industria pudiera seguir trabajando con bastante grado de normalidad cuando asoló la pandemia”.
En cuanto a la producción y los productores de este cultivo, las estadísticas hablan de entre 160 mil y 170 hectáreas destinadas a su desarrollo de las cuales, el 90% se encuentra en la provincia de Misiones. Szychowsky señaló que en la cosecha de verano que se dio a partir del 1º de diciembre el cultivo debió enfrentar algunos períodos de sequía dados durante su desarrollo, situación que pudo revertirse en cierta parte con algunas lluvias tardías: “El clima fue bastante adverso en los últimos años, en los últimos dos o tres años sufrimos heladas muy grandes que afectaron las plantaciones y estas sequías recientes fueron de las peores de los últimos diez años”.
Con respecto al impacto económico, consecuencia de estas condiciones climáticas descritas por el representante del INYM, él refirió que “Hay un planteo cada año, que cada seis meses se determinan los valores de la materia prima, la hoja canchada, ya que el paquete (que es la molida) es una negociación que hacen los molineros con la parte de Secretaría de Comercio Interior de la Nación. Lo que hay que aclarar es que cuando usted compra un kilo de yerba le da para tomar casi 15 litros de infusión, entonces cuando uno lo compara con lo que vale un litro de gaseosa o de agua mineral, concluye en que si se toma el precio de la yerba con todas sus proteínas y vitaminas y la cantidad de litros de infusión que se obtiene, es un producto que en relación costo/beneficio es más que excelente”.
“La zafra terminó con un precio oficial del Instituto, fijado para arrancar, de alrededor de $24 y fracción pero el mercado estaba pagando $35 por kilo. Es un buen precio para el productor, le cubre los costos y le permite un cierto margen de ganancia. Hay que ver cuánto rinde, cuántos kilos da por hectárea”. Hasta llegar al consumidor “la yerba se deshidrata en el proceso industrial, se necesitan tres kilos de hoja verde para hacer un kilo de hoja canchada, que es la materia prima. Se tiene el proceso industrial, el flete, la distribución, el margen de la cadena y la cuestión impositiva que tampoco es menor”, explica el titular del INYM en referencia a la relación costo/beneficio, y las diferencias de precios entre lo que recibe el productor y lo que cuesta en la góndola.
Más allá de la forma en la que se toma mate, Szychowsky señala la importancia de tomar mate: “que sepamos que tiene muchas propiedades, que es producto sano y nacional, que es producido por una región de Argentina para la cual es muy importante y cuando uno analiza todas las propiedades de la yerba mate entiende que es muy beneficioso para la salud. Aparte, uno está consumiendo agua, que también es importante para la salud”.
Actualmente la actividad se concentra en pequeños productores, hay aproximadamente 9000 productores inscritos en el Instituto. Hay un sector cooperativo compuesto por pequeñas y medianas cooperativas, hay siete u ocho empresas que constituyen las grandes industrias y concentran el 70% de las ventas mientras que el otro 30% está atomizado en pequeños productores secaderos y pequeños molinos.