El Museo y Archivo Regional Castelli está cerca de la Ruta 2, a dos cuadras de la bajada norte de la ciudad de Castelli, en la provincia de Buenos Aires. Situada en una emblemática esquina, la casona que lo alberga perteneció a una de las familias pioneras, los Colombo, quienes tenían una ferretería y una especie de almacén de ramos generales: “Es una casa que los Amigos del Museo de Castelli, en el año 1998, compraron para que se asentara la institución y no tuviese que estar cada tanto cambiando de sitio, porque en principio el acervo se juntó, pero no había un lugar físico en donde exhibirlo. Hasta entonces se hacían exposiciones temporarias y no había lugar para mostrar, por ejemplo, los restos de paleontología, que corrían riesgo de romperse porque están en unos soportes de hierro muy grandes y son restos de megaterio, de gliptodonte, etc., muy difíciles de llevar a exposiciones temporarias”, cuenta Yolanda Matos, quien está a cargo del Museo.

“La Asociación logró, con mucho esfuerzo, comprar esta casona que estaba abandonada desde hacía cuarenta años, lo que significó también un gran esfuerzo para poderla restaurar y ponerla en valor para que pudiéramos asentar el acervo histórico de nuestra ciudad. Llevó alrededor de seis años esta restauración, y la primera exposición se hace en el año 2001”, dice.
Matos narra, además, que el comienzo de la construcción original del edificio data aproximadamente del año 1889. Se trata de una casa muy alta, con pisos abovedados, aunque sólo dos salas conservan los pisos originales: la dirección y la biblioteca y archivo histórico.

El Museo tiene una sala única, pero divida en sectores. Uno de ellos es el de paleontología, con muestras de megafauna y de fauna autóctona, de la cual se hizo taxidermia y están expuestos chajás, patos, carpinchos, etc. En otro lugar está lo relacionado con la historia de la sociedad, “Arrancamos con la fundación de la reducción jesuítica. Nosotros tuvimos, en lo que es el actual Rincón de López, una instalación durante casi 13 años de la reducción Nuestra Señora de los Indios Pampas, y ahí quedaron vestigios de ese asentamiento. Cuando los padres jesuitas se instalan en nuestro territorio, dos lo hacen en Castelli y otros se van a Sierra de Los Padres, pero estos últimos se deben retirar por el acoso de los malones y vuelven a Castelli, donde se quedan 13 años… Con el tiempo, estos también deben retirarse por el asedio de los grupos aborígenes. Nosotros tenemos restos de ladrillos, de pisos o tejas, hechos por los aborígenes, porque no todos estaban en contra de lo que hacían los padres jesuitas. El 25 de mayo de 1774 fue la primera misa que se hizo en el lado sur del río Salado”, describe.

Otras historias que se cuentan a través de las palabras y los objetos son: la de los trabajadores, las pulperías, los intendentes que pasaron, el ferrocarril, uno de los primeros médicos que tuvo Castelli, el Dr. Atilio Villa, la primera imprenta, los inmigrantes, la historia de los músicos de Castelli, el piano que perteneció a Felicitas Guerrero y la historia de la ferretería de la familia Colombo. Además, se puede encontrar material sobre “La California Argentina”, una estancia castellense que en 1946 llegó a ser el “manzanar más grande del mundo” con 600 hectáreas plantadas, más otras 1200 hectáreas plantadas con otros frutales. La producción de sidra llegó a su pico máximo a mediados del siglo XX y hasta se celebraba “La Fiesta de la Manzana” en honor a este emprendimiento de renombre nacional.

ESCUCHÁ LA NOTA COMPLETA:
Museo y Archivo Regional
Dirección: Carlos Pellegrini 108
Para visitas guiadas comunicarse al Teléfono: (02245) 48 0706, o a través de las redes sociales de Facebook e Instagram.
E-mail: museocastelli@hotmail.com
Abierto de Lunes a Viernes de 8 a 17 hs.