LA BIBLIOTECA
Mónica Crapa, es la bibliotecaria a cargo de la Biblioteca Popular de la Asociación Cultural de Chillar y aquí nos cuenta sobre este lugar: “Esta es una institución histórica de la localidad, fundada el 17 de diciembre de 1936. Funcionó en distintos edificios hasta que finalmente en el año 2000 se estableció en un amplio local céntrico donde antiguamente estaba el Club Social. Es un lugar de amplio acceso sobre todo para las escuelas próximas y se desarrollan distintas actividades. En el año 1999, mediante una política que se dio a nivel nacional, se propició un centro tecnológico comunitario y nos llegaron cinco computadoras y todo el equipo. Entonces, el lugar donde funcionaba (al lado de la parroquia) quedó pequeño y necesitábamos un espacio más grande. Fue así que los integrantes de la entonces comisión directiva de la biblioteca se pusieron a buscar un espacio más amplio y, charlando con la entonces comisión del Club Social se propuso esta iniciativa de permitirnos estar aquí, por un comodato de veinte años y con opción a otros veinte. Desde entonces se le van haciendo mejoras y refacciones porque es un local antiguo, pero nos hace muy felices estar aquí”.
Nuestra entrevistada relata que actualmente cuentan con unos 12.000 libros según estimaciones, aunque ella lleva inventariados unos 8.500. Además, menciona que la Biblioteca “está subvencionada por la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), organismo que brinda un subsidio anual más otro extra destinado a compra en la feria del libro adonde asistimos anualmente y en la que, la Cámara del Libro, hace el cincuenta por ciento de descuento a todas las bibliotecas del país. El subsidio anual se destina a mejoras edilicias, refacciones y gastos propios del local”.
La biblioteca está dividida en diferentes salas: sector de informática con acceso a internet e impresoras, sala de lectura con sector de bibliografía para adultos y otro con material infantil que frecuentemente es visitado por las escuelas, siendo concurrido por muchos niños: “A partir de la visita que hacen con los docentes después surge que los chicos les dicen a sus papás que quieren ser socios de la biblioteca. La cuota de socio es mínima, de treinta pesos por mes, y tienen acceso a todos los libros que deseen leer en ese tiempo. Estamos muy contentos con los resultados. Sucede que a veces vienen los abuelos con los nietos y ambos se llevan libros, y vemos cómo ese hábito por la lectura va creciendo desde pequeños. Además, hay un microcine y una vez por mes se proyecta una obra bien seleccionada con posterior cine debate con apertura a la comunidad. También tenemos bibliotecas móviles, proyector con pantalla, y eso permite hacer conferencias y otras actividades”.
UN POCO DE LA HISTORIA DE CHILLAR
Mónica Crapa hace referencia al libro “Historias de mi Chillar”, del Sr. Alberto Sarramone, donde se narra la reseña histórica de la creación del pueblo, del origen de su nombre y otros datos para conocer sobre el mismo: “La llegada del ferrocarril, como ha ocurrido con otros pueblos de la provincia de Buenos Aires, se toma como fecha fundacional, en este caso ocurrido en 1912 porque se había realizado el remate de las tierras por parte de la compañía de trenes Tierras del Sur”.
El nombre “Chillar” podría tener su origen en los antiguos pampas, por eso de “ensillar” o “de la silla”, con sustento en la investigación histórica del Sr. Sarramone, quien sugiere que viene de la “chilla”, una especie de montura que usaban los indígenas en sus caballos, aunque otra versión dice que también podría ser como el silbido de la paja brava en la pampa, que pareciera “que chilla”.
CHILLAR Y SUS INSTITUCIONES
Este pueblo azuleño supo contar con cuatro clubes que dieron cuenta del impulso del pueblo como así también de algunas rivalidades dentro de un poblado tan pequeño: “En la actualidad se encuentran el Club Atlético Huracán, el Club Atlético Estudiantes y el Independiente, hay un Centro Deportivo Municipal con un importante predio para eventos de fútbol y pileta, el CEF y el Club de Caza y Pesca, que se constituyen como los espacios de encuentro deportivo y social”.
Con respecto a las instituciones relacionadas con los inmigrantes, Crapa nos cuenta que se encuentra en funcionamiento la Sociedad Española, que tiene su salón para eventos, pero lamentablemente no ocurrió lo mismo con la Sociedad Italiana, ya disuelta.
“De los lugares históricos, actualmente la estación del ferrocarril está conservada y adaptada para el funcionamiento de un Taller Protegido Municipal al que concurren distintas personas con capacidades diferentes a realizar tareas manuales tipo artesanías, las cuales después salen a vender. Además, hay un Hogar Agrícola Municipal que cuenta con una nutrida actividad en la realización de manualidades, cerámica, vitrofusión, pintura, tejidos y otras labores. Otro importante edificio es el de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, fundada en 1920, de estilo arquitectónico barroco español, que constituye una importante obra para la localidad”, concluye.