En el Partido de Nueve de Julio se encuentra la pintoresca localidad de Patricios, que recibe su nombre en honor a San Patricio, en coincidencia con la festividad religiosa católica que se celebra cada 17 de marzo. En esa misma fecha, este poblado bonaerense celebra su aniversario.
Para llegar a Patricios se debe transitar desde Nueve de Julio por la Ruta Nº 5 hacia el Partido de Bragado, hasta llegar al kilómetro 250. Allí, se encuentra una bajada, con un camino mejorado, que permite llegar a la localidad luego de transitar otros 6 Km.
HISTORIAS FERROVIARIAS
El pueblo creció alrededor de la Estación Patricios de la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires. La localidad de Patricios fue fundada el 17 de marzo de 1910 por la Compañía de Tierras Franco Argentina «La Inmobiliaria» y su historia siempre estuvo ligada al ferrocarril: “Acá se hizo, desde la estación hasta donde el andén, el trazado de una población que abarcaba ocho cuadras por seis. En los tiempos en que el ferrocarril funcionaba, vivían unas cinco mil personas”- narra Carlos Tomás Guiotto, delegado municipal, – “Luego, hubo un episodio de inundación y esas dos últimas cuadras fueron anegadas y, junto con eso, se dio el levantamiento del ferrocarril, por el año `76”.

Historia tristemente repetida. El cierre del ferrocarril tuvo su irremediable impacto en la vida de los pobladores, dando lugar a un inevitable y masivo éxodo. Guiotto cuenta que muchos de ellos se fueron a vivir a la Capital mientras que otros terminaron en Salta: “El ferrocarril era lo único que tenían como salida laboral, mayormente casi todos trabajaban allí. Después había tambos, lógicamente, pero no había una industria. Ese éxodo hizo que llegáramos a ser unos setecientos habitantes, aunque hubo una recuperación en los últimos años y hoy somos unos mil”.
“El tren carguero siguió un tiempo más, hasta el año 1992 aproximadamente, cuando por última vez el famoso `pata de fierro´ pisó Patricios. Ya en aquel entonces no se tenía el cupo habitacional, el tren era de paso, y la estación empezó a quedar abandonada”, dice Guiotto.

Pero la fuerza y el empuje del pueblo pudieron más, y fue entonces que de alguna manera trataron de salvar del olvido a este sitio tan significativo para su historia: “Los vecinos hicieron el Teatro Comunitario y representaron una obra en donde recrearon los tiempos en donde pasaba el ferrocarril. Esa acción le dio auge, atrajo al turismo y para el centenario se hicieron muchas cosas. Las personas que se fueron del pueblo, siempre tuvieron su corazoncito acá. Actualmente, algunos de los integrantes del teatro impulsan, junto a ex residentes que trabajan en los ferrocarriles de Tapiales y que vienen a colaborar con la estación, la creación de un centro cultural que funcionará allí. La parte habitacional será reformada para que tenga su comodidad, tratando de hacer algo turístico. Esto lo empezamos en febrero de 2020 y por razones conocidas, se frenó, pero seguimos apostando a este proyecto. Acá también funciona la Biblioteca Popular y el Museo Ferroviario, que es una verdadera joya”.
Si andan por Patricios no pueden dejar de ver la estación. Son para destacar las características de su estampa, con una bella construcción de dos plantas y con una mampostería en perfecto estado de conservación.
No obstante, nuestro entrevistado cuenta que el edificio actual de la estación no fue el primero, sino que su fundación original tuvo lugar a unos cuatro kilómetros, en una construcción más precaria. El actual emplazamiento habría surgido en 1917: “Acá tenemos los cambios de vías, la mesa giratoria y el taller de máquinas, puntos neurálgicos para esta línea de ferrocarril. Está toda la plataforma, los pozos de alquitrán, las cargas de agua de las viejas máquinas de vapor. Acá, además de las reparaciones contábamos con las cargas de agua y alquitrán, tenemos todos los galpones cerealeros adonde llegaban los peones rurales con las bolsas. Tenemos las dos vías principales frente al andén, pero tenemos otras cuatro que desembocan en los galpones y dos más del otro lado de los galpones, lo que demuestra el movimiento que existía”. Hasta existía aquí una escuela, que formaba a los trabajadores ferroviarios.
LA ACTUALIDAD
En la calle principal, un boulevard muy bien cuidado y ornamentado con farolas, da un bello marco al paisaje. Uno imagina que tantas veces, por allí y también en la plaza, transitaron jóvenes y niños compartiendo juegos y charlas luego de salir de la Escuela Primaria Nº 7 “Mariano Moreno”, de la Escuela Secundaria Nº 9 o del Jardín de Infantes Nº 907. También que ellos son, seguramente, los que junto a sus familias han recorrido los espacios de los dos clubes locales: Club Atlético Patricios y Club Compañía de Patricios.

En cuanto a las condiciones de vida y servicios, Patricios tiene calles de tierra. Aún no cuenta con servicio de cloacas ni de gas natural a pesar de que el gasoducto pasa a unos 700 metros del pueblo. Seguramente, pronto llegarán esas mejoras para que los vecinos tengan una mejor calidad de vida y para que más personas elijan volver a Patricios.