La autorización de la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación para que la segunda bodega más grande de Argentina, Peñaflor, importe unos 5 millones de litros de vino tinto a granel de Chile ha generado un intenso debate en la industria vitivinícola argentina. Sobre este tema dialogamos con Mauro Sosa, director ejecutivo del Centro de Viñateros y Bodegueros del este Mendoza:
“La amenaza está. No es la primera vez que esto ocurre. Ya pasó, podemos tomar algunos hitos como en el 2009 y en 2017, bajo el argumento de que había faltante de stock de vino, lo que no era cierto en aquel momento y tampoco lo es ahora”, indicó.
“Al 1º de marzo, la cantidad de vino genérico, que es el que se importaría, hay 300 millones de litros de vino. Por lo que, no conseguir 5 millones de litros de vino en el mercado, es poco creíble y débil como argumento. La razón detrás de todo esto está en bajar las expectativas en el mercado y obtener precios menores de parte de los productores o trasladistas”, explicó.
“Lo que importa no es el número sino la intencionalidad de la medida”, aseguró.
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