En la edición semanal de Región Atlántica entrevistamos a Ana Boracchia, médica veterinaria, productora ovina de Exaltación de la Cruz e integrante de la mesa de debate que trata temas tales como la Ley Ovina.
En cuanto a los proyectos y a los trabajos que se llevan adelante desde los grupos relacionados con la ganadería ovina, Boracchia expresó que “Creemos que conformando grupos ganan todos, porque se comparten las dificultades, pero también los proyectos, como por ejemplo en producción, de compra de productos e insumos, inversión en genética o traer una charla que todos podamos aprovechar. La producción ovina cambió, no es la que solíamos tener, con esa mala prensa de que el ovino te rompe el campo. Hoy se manejan pasturas, rotativos, rotativos intensivos, y desde este lugar está bueno que abramos la cabeza, que pensemos la producción desde otro lugar y hacia dónde queremos ir, hay muchos caminos interesantísimos para abordar”.
Con respecto a la necesidad de la Ley Ovina, la entrevistada señaló que “esta Ley ha trascendido a los gobiernos, ha sido muy efectiva, faltan un montón de ajustes que es necesario hacerlos, pero surgen otros temas, que no es sólo la comercialización sino también lo sanitario. Qué interesante sería si pudiéramos traer estos trabajos que se están haciendo en INTA Mercedes, Corrientes, sobre líneas resistentes a parásitos o lo que Uruguay, la “inyección de insectos estériles” para control de la mosca de la bichera, o el mismo control de parásitos en general porque es un tema preocupante, hay parásitos internos y externos en la provincia de Buenos Aires”. Por otra parte, opinó: “La lana es todo un tema en sí mismo, además pensar qué carne queremos y dónde queremos encontrarla, si la queremos en un nicho gourmet o en la góndola del supermercado para que el ama de casa pueda elegirla todos los días”. Boracchia reconoció que es necesario un mayor trabajo mancomunado de la cadena para promover el consumo de carne ovina y su difusión, pero además indicó que “uno de los caminos es la formalización de majadas porque sino no podemos acceder a faenas habilitadas. No puedo solicitar la apertura de más frigoríficos si no puedo decir el número exacto de majadas que tengo en la Provincia. Hay una enorme cantidad que no están formalizadas”.
“Soy una defensora de la Ley Ovina porque es una excelente herramienta que apalanca la producción de una manera impresionante. Hoy estamos tratando la segunda renovación de esta Ley que es del 20021, que tuvo una prórroga, y que estamos esperando la nueva Ley, en la cual se han introducido algunos cambios en los conceptos como el bienestar oficial, las buenas prácticas, la producción en pastizales, el cuidado de pastizales. Pero bueno, hay que tener en cuenta los fondos disponibles que hay, el año pasado fue difícil y este año también lo será porque no había demasiados fondos para la cantidad de proyectos presentados, algunos no se pudieron aprobar y otros no pudieron efectivizarse por falta de fondos”, señaló nuestra entrevistada. “La Ley además promueve el arraigo para esta producción que es cien por ciento federal. Esta producción hace que la gente quiera volver al campo, pero, además, requiere de mucha mano de obra”. Ella manifestó que por un lado es bueno, porque se promueve el arraigo, pero por otro lado no se consigue mano de obra preparada, señalando que es necesario trabajar sobre esto poniendo énfasis por ejemplo en la preparación en las escuelas agrarias.
En otro sentido, Boracchia expresó como favorable el hecho de “apoyar a los pequeños productores y de alentarlos para que sigan produciendo”, señaló que “el trabajo tiene que ser mancomunado y sin trabas” y que “si no matan con el valor de las guías, cada vez van a aparecer más majadas en blanco”. En este punto opinó que esta situación “puede resultar favorable hasta para la aparición de nuevos productos para la producción, como por ejemplo antiparasitarios o vacunas”.