En el cierre del año 2021 dialogamos con el consultor ganadero Víctor Tonelli, quien realizó un balance de lo acontecido este año en el sector y de las proyecciones hacia este 2022.
En cuanto al balance anual en el sector ganadero, definió este año como algo inestable con respecto a todo lo que han implicado las políticas públicas, y por supuesto la pandemia: «Se cierra con una cría en un muy buen año, con valores muy altos de los terneros y de la vaca rechazo en términos generales, y de los reproductores con una recría un poquito más complicada por el valor de compra o el costo de oportunidad del alto valor del ternero para el valor que se recogía al final del proceso. Por otra parte, con un feedlot muy complicado que, al final de la película, pone en tensión a todo el sistema por insuficiente cantidad de oferta, por lo menos desde hace un mes y hasta entrado marzo».
El resultado de este año es una demanda muy buena, que seguirá siendo muy buena, con políticas públicas intervencionistas con mucha más irracionabilidad que lógica, que todavía no están despejadas, y con un gobierno que sigue pensando que la intervención es la solución pese a todas las experiencias pasadas y nefastas”, resumió.
En cuanto a lo sucedido en materia de exportaciones luego de las medidas tomadas por el gobierno en el 2021 y acerca de aquellos sectores que resultaron beneficiados con las mismas, Tonelli indicó: “En el precio de las exportaciones, del 1º de junio al 30 de noviembre, el valor promedio de los cortes creció un 38% mientras que, el valor de la hacienda subió un 12% en los novillos y apenas un 6% en la vaca para China. Es decir que se quedaron con casi toda la torta. El hecho que dicen, de que se complicó la operación, vemos que no es cierto cuando en ese mismo período, la faena en los frigoríficos que concentran las cuotas creció el 17% cuando el resto de los frigoríficos, con poca cuota exportadora o directamente de consumo, bajaron. Dato mata relato”.
En este sentido, agregó que “Cuando hay concentración, el productor que no es formador de precios, recibe lo que le dan y no tiene mucha salida. Por eso, las intervenciones de este tipo que generan concentración terminan desvirtuando el objetivo para el que, se supone, el Gobierno lo creó: para generar mayor igualdad”.
Con respecto a las consecuencias en números de las mencionadas medidas restrictivas y a la pérdida en los volúmenes de exportación, el consultor explicó: “nos perdimos, como mínimo 150 mil más respecto de las 900 mil del año pasado”. Esto se traduce en alrededor de 1.400 millones de dólares de lucro cesante no exportado.
En cuanto al panorama venidero y sobre todo, para el comienzo del 2022, Tonelli vaticinó: “Todos esperamos siempre un gato negro, porque el ministro habla de libertad absoluta, pero después aparecen noticias que indicarían que habría otro tratamiento. Lo más grave que podría ocurrir es que se mantenga el cupo exportador y las cuotas, es decir, que el sistema exportador siga estando en pocas manos. Como productores sería como meternos en el horno y cocinarnos a fuego lento”.